El viaje de Kuri y Pukyu

En las profundidades de la selva ecuatoriana, Kuri, un alegre niño Awá, jugaba con su mascota Pukyu, un travieso coatí. Kuri y Pukyu vivían en armonía con la naturaleza, respetando la sabiduría de la Pachamama. Un día, Kuri decidió emprender un viaje para conocer otras culturas de su país.

El viaje los llevó a tierras montubias, donde conocieron a Chumo, un niño curioso que vivía en una casa de caña. Chumo les enseñó sobre el cultivo de la yuca y la importancia del trabajo en comunidad. Juntos, construyeron una balsa para navegar por el río y Pukyu demostró su destreza para pescar.

Más adelante, llegaron al territorio de los Shuar, donde conocieron a Nunkui, una niña valiente con trenzas decoradas con plumas de colores. Nunkui les enseñó a respetar la selva y a utilizar plantas medicinales. Kuri y Pukyu aprendieron sobre la valentía de los guerreros Shuar y participaron en una danza tradicional alrededor del fuego.

Finalmente, regresaron a su hogar Awá, con el corazón lleno de nuevas experiencias y amistades. Compartieron con su tribu las enseñanzas de las culturas montubias y shuar, promoviendo la interculturalidad y el respeto por la diversidad. Kuri, Pukyu, Chumo y Nunkui se convirtieron en ejemplos de cómo la convivencia entre culturas puede enriquecer a todos.