El viaje de la amistad

Había una vez en el tranquilo barrio de Villa Felicidad, una niña llamada Martina, de 5 años, que tenía una amiga muy especial llamada Sofía. Juntas compartían risas, juegos y aventuras, pero un día todo cambió cuando la mamá de Sofía le dijo que debían mudarse a otra ciudad. Martina se puso muy triste al enterarse de la noticia, no quería despedirse de su amiga.

- '¿Por qué te tienes que ir, Sofi?' preguntó Martina con ojos llenos de lágrimas.

- 'Lo siento mucho, Martu. Pero prometo que siempre seremos amigas, y encontraremos la forma de seguir en contacto', respondió Sofía con una sonrisa valiente.

La despedida fue muy emotiva, con abrazos apretados y promesas de llamadas y cartas. A medida que pasaban los días, Martina se sentía triste y extrañaba a su amiga. Pero un día, llegó una carta para ella, era de Sofía. En la carta, Sofía contaba sobre su nueva casa, los amigos que había hecho y todas las cosas emocionantes que estaba viviendo. Martina se sintió feliz de recibir noticias de su amiga, y decidió escribirle una carta contándole todo lo que había hecho mientras ella había estado ausente. La distancia no pudo separarlas, y así continuaron escribiéndose cartas y llamándose por teléfono.

Un día, Martina recibió una gran sorpresa. Sus padres le dijeron que harían un viaje a la ciudad donde Sofía vivía, y que podrían visitarla. Martina estaba rebosante de alegría, no podía creer que volvería a ver a su amiga. El reencuentro fue mágico, como si no hubiera pasado el tiempo. Jugaron, rieron y compartieron nuevos recuerdos juntas.

A partir de ese día, Martina entendió que la amistad no conoce de distancias. Aunque Sofía viviera lejos, siempre estarían conectadas por el lazo especial que las unía. Aprendió que las despedidas no significan el final de una amistad, sino el comienzo de una nueva forma de estar juntas. Y así, Martina y Sofía siguieron manteniendo su amistad a través del tiempo, demostrando que la verdadera amistad puede superar cualquier obstáculo, incluso la distancia.