El viaje de la comida


Había una vez en un hermoso mundo, un lugar llamado Pancitilandia, donde vivían todos los alimentos felices y sonrientes. En este lugar, la fruta era la más alegre, los cereales siempre estaban jugando, y las verduras bailaban al compás del viento. Pero un día, la manzana roja llamada Rosita, decidió emprender un emocionante viaje por el mágico mundo del sistema digestivo.

Rosita quería saber qué sucedía con ella y sus amigos una vez que eran ingeridos por los niños. Así que, con mucha valentía, se despidió de sus amigas peras y se preparó para el viaje. El recorrido comenzó cuando un niño, llamado Lucas, mordió la jugosa manzana. Rosita, asombrada, comenzó a descender por el resbaladizo camino de la boca, pasando por la lengua de Lucas, que saboreaba su dulce sabor.

Luego, Rosita continuó su viaje por el estrecho tubo llamado esófago. A medida que descendía, escuchaba alegres murmullos provenientes del estómago, donde sus amigos se encontraban. Finalmente, llegó al estómago y se reunió con ellos. Allí, fueron recibidos por el jugo gástrico, que los ayudaría en el siguiente paso de su aventura.

Después de un rato, Rosita y los demás alimentos fueron empujados hacia el intestino delgado, donde conocieron al jugo pancreático y a la bilis, que los recibirían. En este lugar, sus cuerpos fueron descompuestos en pequeñas partículas para absorber sus valiosos nutrientes.

Finalmente, llegaron al intestino grueso, donde los restos no utilizables fueron transformados en desechos para ser expulsados del cuerpo. Una vez allí, Rosita se dio cuenta de que su viaje estaba llegando a su fin.

Satisfecha de haber descubierto el maravilloso viaje que emprenden los alimentos, Rosita fue expulsada del cuerpo de Lucas, junto con los demás desechos, para continuar su ciclo de vida.

Desde ese día, Rosita compartió su increíble experiencia con sus amigas frutas, cereales y verduras, quienes quedaron maravilladas con su emocionante recorrido por el sistema digestivo. Y así, todos valoraron la importancia de cuidar su alimentación y el mágico viaje que realiza la comida dentro de cada uno de nosotros.

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