El viaje de la comunicación

En un lejano valle vivían los habitantes de dos aldeas, separadas por un río caudaloso. La gente de un lado se comunicaba con la otra orilla a través de señales de humo y dibujos en las rocas.

Un día, dos niños, Lina y Tomás, se conocieron en el medio del río y, a pesar de la barrera lingüística, lograron entenderse a través de simples gestos y dibujos en la arena.

Fascinados por la forma en que se comunicaron, Lina y Tomás propusieron a sus aldeas encontrar una manera de comunicarse de forma más efectiva.

Así, se reunieron los ancianos de ambas aldeas y, gracias al ingenio y creatividad de los niños, idearon un sistema de comunicación a través de tambores, humo y señales visuales. Con el tiempo, esta forma de comunicarse se expandió a otras aldeas, creando un eficaz medio de difusión de noticias y mensajes importantes.

Los niños, con su valentía e ingenio, inspiraron a todos a mejorar su forma de comunicarse, derribando barreras y uniendo a las personas de ambos lados del río.