El viaje de la familia García
Había una vez una familia llamada García que decidió ir de viaje a París. Todos estaban muy emocionados por visitar la Ciudad Luz y descubrir sus maravillas. La familia estaba compuesta por papá, mamá, Mateo, Sofía y la mascota de la familia, Tito, un simpático perro salchicha.
El día del viaje, la familia García llegó al aeropuerto muy temprano. Todos llevaban sus maletas llenas de ropa y sus cámaras para capturar cada momento especial. Al subir al avión, Mateo y Sofía no podían contener su emoción. "¡Estamos yendo a París, el lugar más hermoso del mundo!" exclamó Mateo. "Sí, y vamos a ver la Torre Eiffel, el Louvre y comer muchos croissants deliciosos", agregó Sofía. La mamá sonreía feliz al ver la emoción de sus hijos y el papá ya estaba haciendo planes para recorrer la ciudad.
Al llegar a París, se instalaron en un acogedor apartamento cerca del río Sena. La familia García salió a caminar por las encantadoras calles de París. Se maravillaron con la arquitectura, los jardines y el ambiente animado de la ciudad. Pero de repente, Tito el perro salchicha se escapó del collar y empezó a correr por las calles. La familia entró en pánico, pero Mateo, con valentía, corrió detrás de Tito y logró atraparlo. "¡Muy buen trabajo, hijo!" exclamó el papá, orgulloso de la valentía de Mateo.
El día siguiente, visitaron la Torre Eiffel y subieron hasta la cima. Desde allí, pudieron ver toda la ciudad extendiéndose ante sus ojos. En el Louvre, se maravillaron con las increíbles obras de arte, y en Montmartre disfrutaron de la música de los artistas callejeros. Cada día era una nueva aventura llena de sorpresas.
Pero a mitad de su viaje, la mamá de la familia se enfermó y tuvieron que pasar un día entero en el apartamento. La mamá estaba triste por perderse los paseos por la ciudad, pero la familia decidió hacerle una sorpresa. Cocinaron una deliciosa comida casera y organizaron un picnic en el jardín del apartamento. Cantaron, bailaron y rieron juntos, y la mamá se sintió mucho mejor viendo el esfuerzo y amor de su familia.
Al finalizar su viaje, la familia García se dio cuenta de que lo más importante no eran los lugares que visitaron, sino los momentos que compartieron juntos. Se prometieron seguir viajando y explorando el mundo, pero siempre recordando que lo más valioso era el amor y la unión que tenían como familia.
FIN.