El viaje de la flor primaveral
Había una vez una pequeña flor que se sentía perdida. Había viajado por el calor del verano, sintiendo el sol brillar sobre sus pétalos, pero no encontraba un lugar donde sentirse en casa.
Pasó luego por el frío del invierno, con la nieve cubriendo su delicada figura, pero tampoco era su hogar. Y así, en medio de las hojas caídas del otoño, la flor seguía buscando su lugar en el mundo.
Un día, mientras el viento soplaba suavemente y las aves cantaban melodías alegres, la pequeña flor decidió seguir adelante en su búsqueda. Fue entonces cuando llegó la primavera, y con ella todo cambió.
La flor se encontraba rodeada de colores vibrantes y perfumes dulces que llenaban el aire. "¡Qué hermoso es este lugar! -exclamó la pequeña flor emocionada-. Aquí me siento diferente, aquí me siento en casa.
"Las aves se acercaron curiosas a la flor perdida y le contaron historias maravillosas sobre la primavera y cómo cada ser vivo encuentra su lugar especial en ese tiempo de renacimiento y crecimiento.
"¿Puedo quedarme aquí? -preguntó tímidamente la flor a las aves- ¿Puedo hacer de este lugar mi hogar?"Las aves cantaron felices alrededor de la flor y le dijeron que sí, que ese era su hogar ahora. La pequeña flor sintió una alegría inmensa en su corazón y comenzó a florecer más hermosa que nunca antes lo había hecho.
Con el paso de los días, la pequeña flor descubrió que dentro de ella misma estaba su verdadero hogar.
Aprendió a valorarse tal como era y a disfrutar cada momento junto a sus nuevos amigos: los pájaros cantores y las otras flores coloridas del jardín. Y así fue como la historia de la flor perdida terminó felizmente. Encontró finalmente su casa en medio de la primavera, rodeada de amor y belleza por doquier.
Y desde entonces, cada año esperaba con ansias el regreso de esa estación tan especial donde había descubierto quién era realmente.
FIN.