El viaje de la Identidad
Había una vez en un mundo mágico, un grupo de niños de diferentes razas que vivían en un hermoso pueblo llamado Arcoiris. Había un niño llamado Mateo, con piel morena y ojos oscuros, una niña llamada Sofía, con cabello rizado y piel café, y un niño llamado Lucas, con cabello rubio y ojos azules. A pesar de sus diferencias, eran grandes amigos y compartían aventuras juntos.
Un día, una misteriosa niebla cubrió el pueblo de Arcoiris, haciendo que los colores se desvanecieran y confundieran a todos. Los niños, al darse cuenta de que estaban perdiendo su identidad, decidieron emprender un viaje para buscar una solución. En su travesía, se encontraron con personajes mágicos que les enseñaron valiosas lecciones sobre la identidad y la diversidad.
En el Bosque Encantado, conocieron a la hada Iris, quien les enseñó que la verdadera identidad está en el corazón y el espíritu, no en la apariencia física. En las Montañas Brillantes, se encontraron con el sabio Oki, un anciano con una larga barba blanca, quien les mostró que la diversidad es lo que hace al mundo un lugar maravilloso.
Finalmente, llegaron al Lago de los Espejos, donde descubrieron que la niebla misteriosa había sido causada por el temor y la falta de comprensión entre las personas. Con valentía, compartieron sus aventuras y aprendizajes con los habitantes del pueblo, mostrándoles que la diversidad es un regalo y que la verdadera identidad se encuentra en la aceptación y el respeto mutuo.
La niebla comenzó a disiparse lentamente, y los colores regresaron al pueblo de Arcoiris. Los niños, con una nueva comprensión de la identidad, celebraron su amistad y la belleza de la diversidad que los unía. Desde ese día, se convirtieron en embajadores de la diversidad, inspirando a otros a apreciar las diferencias y a abrazar la riqueza de cada identidad.
FIN.