El viaje de la mariposa
Había una vez en el bosque de los sueños, una pequeña mariposa llamada Rosalinda.
Rosalinda era una mariposa muy especial, ya que tenía alas de un color que nadie más en el bosque tenía, un hermoso tono magenta con destellos dorados. A pesar de su belleza, Rosalinda se sentía triste y solitaria, ya que no podía volar como las demás mariposas. Sus alas estaban heridas y no podía elevarse por los aires como lo hacían sus amigas.
Rosalinda llevaba consigo un diario donde plasmaba sus sentimientos, sus sueños y sus pensamientos. Todos los días escribía en su diario, y en él depositaba toda su tristeza y sus anhelos de volar como las demás mariposas.
Un día, Rosalinda conoció a Lucía, una mariposa sabia y comprensiva que al ver a Rosalinda triste, decidió ayudarla. - ¿Por qué estás tan triste, Rosalinda? - preguntó Lucía con cariño. - Porque no puedo volar como las demás mariposas.
Mis alas están heridas y no puedo desplegarlas como debería. - respondió Rosalinda con melancolía. Lucía sonrió con ternura y le propuso a Rosalinda un viaje hacia el rincón más profundo del bosque, donde según la leyenda, habitaba el hada de las alas curativas.
Rosalinda aceptó emocionada, y juntas emprendieron el viaje. Durante el camino, Lucía le contó a Rosalinda la historia del hada curativa, una serena y sabia criatura que poseía el don de sanar cualquier herida, especialmente las del corazón.
Al llegar al rincón más profundo del bosque, se encontraron con el hada, quien les dio la bienvenida con una sonrisa cálida.
El hada escuchó la historia de Rosalinda y con un suave toque de sus manos, las alas de la mariposa se iluminaron con destellos mágicos. Pronto, Rosalinda logró desplegar sus alas y elevarse por los aires, sintiéndose libre y ligera como nunca antes. A partir de ese día, Rosalinda pudo volar junto a sus amigas mariposas, sin sentirse herida ni diferente.
En su diario, escribió sobre su aventura y agradeció a Lucía y al hada por haberle mostrado que, con la ayuda de otros y la esperanza, siempre hay una forma de superar las adversidades.
Desde ese día, Rosalinda se convirtió en un ejemplo de superación y amistad en el bosque de los sueños. Y aunque su diario siguió siendo su confidente, ya no estaba lleno de tristeza, sino de historias de esperanza y valentía.
FIN.