El viaje de la oruga
En un pequeño jardín, vivía una linda oruga llamada Clarita. A pesar de tener muchos amigos y de disfrutar del sol y las hojas verdes, Clarita estaba triste.
Se sentía limitada porque solo podía arrastrarse y soñaba con conocer qué había más allá de las hojas y las flores. Un día, conversó con su amiga la mariquita, quien le dijo: "No te pongas triste, Clarita. Todos tenemos un destino especial y el tuyo aún está por descubrirse".
Intrigada, Clarita se dispuso a descubrirlo. Pasaron los días y Clarita comenzó a sentir cambios en su cuerpo. Empezó a tejerse en un capullo y, después de un tiempo que se sintió eterno, finalmente se transformó en una hermosa mariposa.
¡Ahora podía volar y descubrir todo lo que había más allá del jardín! Montó en el viento y se aventuró a recorrer el mundo, conociendo nuevos amigos y viviendo emocionantes experiencias.
Clarita aprendió que la paciencia y la determinación la llevaron a cumplir su sueño. Entendió que los grandes cambios a menudo requieren tiempo y esfuerzo, pero traen consigo grandes recompensas.
Desde entonces, siempre alentaba a sus amigos que se sintieran limitados, recordándoles que, al igual que ella, podían alcanzar sus metas si no se daban por vencidos. Clarita descubrió que el verdadero viaje no solo está en recorrer distancias, sino en encontrar el valor en nuestro interior para superar los obstáculos y alcanzar nuestras metas.
FIN.