El Viaje de la Princesa



Érase una vez, en el mágico país de las Maravillas, una joven llamada Locura, hija de la temida Reina de Corazones. A diferencia de su madre, la Reina, que siempre gritaba "¡Que le corten la cabeza!" a quien se atreviera a contrariarla, Locura tenía un corazón inmenso y una sonrisa que iluminaba cualquier lugar.

Locura no quería ser como su madre. Desde pequeña, soñaba con hacer del país un lugar más alegre y armonioso. Un día, se adentró en el jardín mágico del Palacio de Corazones y tuvo una idea brillante.

"¡Voy a organizar un gran festival de los corazones! Todos en el país podrán mostrar su amor y bondad en lugar de miedo y enojo!" - exclamó Locura.

Comenzó a enviar invitaciones a todos los habitantes del país, incluidos los que temían a su madre. Al principio, muchos no querían asistir, pensando que la Reina se opondría, pero Locura les aseguró:

"¡No se preocupen! Yo hablaré con mi madre. Lo haré feliz en vez de enojarla!" - les dijo con una gran sonrisa.

Así fue como Locura fue al trono y, nerviosa pero decidida, se acercó a su madre.

"Mamá, tengo una idea. Quiero hacer un festival para demostrar que la bondad puede cambiar nuestro país. ¿Podrías apoyarme?" - preguntó.

La Reina de Corazones frunció el ceño y cruzó los brazos.

"¿Festival? Sabes que no me gusta perder el tiempo con cosas tontas. Pero, si logras que todos se queden tranquilos, podrías intentarlo..." - lanzó la Reina, con más curiosidad que desprecio.

A pesar del verbo cortante de su madre, Locura sonrió y se puso en marcha. Reunió a los habitantes de la tierra, incluidos al Gato de Cheshire, el Sombrerero Loco y la Tortuga Dora.

"¡Vamos a preparar el festival!" - dijo el Gato de Cheshire, sonriendo con una amplia sonrisa.

Con gran esfuerzo y un montón de buenos deseos, ellos comenzaron a trabajar. Cada uno trajo algo especial: Música del Sombrerero, color de las Flores, magia especial de la Tortuga, y las risas del Gato. Y así, construyeron un hermosísimo lugar lleno de luz y alegría.

El día del festival, todos llegaron esperanzados, incluidos algunos que antes temían a la Reina. Al comenzar las festividades, el ambiente estaba colmado de risa, música y actividades felices. Todos participaban, creando vínculos fuertes en vez de temores.

De repente, la Reina de Corazones apareció.

"Alto! ¿Qué está pasando aquí?" - rugió con una voz que retumbó en el aire.

El corazón de Locura palpitaba rápidamente. Pensó en cómo su madre podría arruinar todo.

"¡Mamá!" - gritó, parándose frente a todos. "¡Es un festival de amor! Todos hemos trabajado juntos para crear algo bonito. Por favor, ven a disfrutar... ¡sólo por hoy!" - suplicó con voz suave.

La Reina miró a su alrededor. La música sonaba, la gente reía, y, por primera vez, sintió algo diferente. Una pequeña chispa de curiosidad surgió en su corazón.

"¿Amor? ¿Diversión?" - murmuró.

Locura, viendo una oportunidad, continuó:

"Podemos mostrarte que hay más fuerza en el amor que en el miedo. ¡Te invito a ser parte de esto!" - dijo, extendiendo su mano a su madre.

Tras un silencio que pareció eterno, la Reina tomó su mano y dio un paso adelante.

El festival se llenó de sorpresas. Canto, baile y juegos, que hicieron que los corazones latieran al unísono. La Reina empezó a sonreír, disfrutando de la alegría que la rodeaba, y, a medida que avanzaba el día, dejó de pensar en castigos y empezó a apreciar la bondad que brillaba a su alrededor.

Al final del festival, la Reina sonrió a Locura.

"Hoy ha sido... diferente. Quizás podríamos tener más días así" - dijo, asombrando a todos.

Locura, emocionada, le contestó:

"¡Eso sería maravilloso, mamá! El amor puede hacer maravillas, y juntos podemos construir un mundo más alegre".

Y así, bajo el resplandor de un nuevo amanecer, Locura logró cambiar no solo el corazón de su madre, sino el país entero. De aquel día en adelante, el Reino de Corazones conoció más risas que gritos, y todos aprendieron que, aunque la locura puede ser divertida, nada es más poderoso que la bondad.

Y así, vivieron felices para siempre.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!