El viaje de la rana roja a la luna




Había una vez en un hermoso bosque, una rana roja llamada Rosita. Rosita era una rana diferente, ella soñaba con viajar a la luna y dormir sobre una nube.

Todos en el bosque se reían de su loca idea, pero Rosita no se dejaba desanimar. Un día, decidió emprender su viaje hacia la luna y buscar a alguien que la ayudara. Caminó por el bosque hasta que se encontró con un sabio búho.

"Señor Búho, ¿cómo puedo llegar a la luna para dormir sobre una nube?", preguntó Rosita con su mirada llena de ilusión.

El búho, sorprendido por la petición, le explicó que para llegar a la luna debía encontrar a la hormiga astronauta que vivía en el otro lado del bosque.

Rosita se puso en marcha y después de una larga travesía, finalmente encontró a la hormiga astronauta. "Hola, ¿puedes ayudarme a llegar a la luna?", preguntó Rosita emocionada.

La hormiga le explicó que tenía un cohete especial que podía llevarla hasta allí, pero necesitaría recolectar estrellas para que el combustible funcione. Juntos, emprendieron la búsqueda de estrellas por el bosque.

Después

de recolectar suficientes estrellas, la hormiga preparó el cohete y Rosita se despidió de todos sus amigos en el bosque. El cohete despegó y emprendieron su viaje hacia la luna. En el camino, se encontraron con una bandada de pájaros cantores que les enseñaron hermosas canciones para alegrar el viaje. Finalmente, llegaron a la luna y Rosita estaba maravillada.

Encontraron una nube esponjosa y Rosita se acostó sobre ella, contemplando las estrellas y la Tierra desde arriba. "¡Lo logré! ¡Estoy durmiendo sobre una nube en la luna!", exclamó Rosita emocionada.

La hormiga astronauta sonreía orgullosa de haber cumplido el sueño de su amiga.

Después de un merecido descanso, emprendieron el regreso a casa.

Rosita llegó al bosque con una historia increíble para contar y se convirtió en un ejemplo de que los sueños pueden hacerse realidad si uno está dispuesto a luchar por ellos.

FIN.

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