El viaje de la semillita



Había una vez una pequeña semillita llamada Simona. Simona vivía en un campo junto a muchas otras semillas, pero ella siempre soñaba con viajar lejos y convertirse en un árbol grande y fuerte.

Un día, Simona decidió emprender un viaje por su cuenta para buscar un lugar especial donde poder crecer. "Adiós amigos, no se preocupen, voy a encontrar mi propio camino", les dijo a las demás semillas. Y así, Simona comenzó su aventura.

Durante su viaje, Simona enfrentó muchos desafíos. El sol brillaba fuerte y el suelo estaba seco, pero ella se mantuvo valiente y siguió adelante.

En su camino, conoció a una lombriz llamada Chispa, quien le dijo: "¿A dónde vas solita, semillita?" "Estoy buscando mi lugar especial para crecer y ser un gran árbol", respondió Simona. Chispa le dio ánimo y le enseñó a Simona cómo hacer un túnel bajo tierra para llegar a un lugar más húmedo y fértil.

Con la ayuda de Chispa, Simona logró llegar a un hermoso jardín donde había mucha tierra fértil y agua fresca. Allí, Simona plantó sus raíces y, poco a poco, comenzó a crecer.

Con el tiempo, se convirtió en un hermoso árbol que ofrecía sombra y refugio a muchos animales del jardín. Simona aprendió que, aunque era pequeña, con esfuerzo y valentía podía lograr grandes cosas. Y desde ese día, su jardín se convirtió en un lugar lleno de vida y alegría.

Los demás árboles y animales del jardín celebraron la valentía de Simona y la alegría que había traído a todos.

Y así, Simona vivió feliz para siempre en su lugar especial, recordando siempre el día en que decidió emprender el viaje que la llevó a cumplir su sueño.

FIN.

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