El Viaje de la Tierra Argentina



Había una vez, en un mundo no tan lejano, un país mágico llamado Argentina. Pero no era un país común, ¡no! En lugar de estar formado por edificios y carreteras, era un país de tierra, lleno de suelos fértiles, montañas altas y ríos que danzaban como alegres serpentinas. Sus habitantes, los Ternitos, eran pequeños seres hechos de tierra que vivían en armonía con la naturaleza.

Un día, la pequeña Ternita llamada Tierra tuvo una gran idea.

"¡Quiero conocer todo el país!" - exclamó con emoción.

El viento sopló suave y la tierra comenzó a susurrar:

"¿Por dónde empezarás, Tierra?"

"Quiero ver las montañas de los Andes primero", respondió.

Tierra, entusiasmada, comenzó su viaje. Mientras caminaba, se encontró con una colina muy alta.

"¡Hola, colina!" - saludó Tierra.

"¡Hola, Tierra! ¿Te gustaría escalarme?" - preguntó la colina.

"¡Sí!" - dijo ella, y poco a poco comenzó a subir.

Al llegar a la cima, Tierra quedó maravillada con la vista.

"¡Es tan bonito!" - gritó. Desde allí, podía ver todo el país: los valles, las selvas, y el mar que brillaba como si estuviera cubierto de estrellas.

Pero, de repente, el cielo se nubló.

"¿Qué está pasando?" - preguntó Tierra, inquieta.

"Es el viento malvado que se ha desatado, Tierra", dijo la colina.

El viento comenzó a soplar fuertemente, y Tierra sintió que podía volar.

"No puedo quedarme aquí", decidió, y comenzó a descender rápidamente.

Mientras bajaba, se encontró con un río que la miraba con preocupación.

"¿Por qué estás tan inquieta, Tierra?" - preguntó el río.

"El viento está causando estragos. Quiero ayudar a todos a estar a salvo", explicó Tierra.

"¡Vamos! Sube a mi corriente y llegaremos a la costa!" - dijo el río, dispuesto a ayudarla.

Tierra se lanzó al río, sintiendo la frescura del agua mientras navegaba. Sin embargo, al llegar a la costa, vio que algunas Ternitos estaban en riesgo debido a las olas del mar.

"¡Debo hacer algo!" - gritó.

"Pero, ¿cómo lo harás?" - preguntó el río, preocupado.

"¡Utilizaré la tierra!" - exclamó Tierra con determinación.

Se concentró y empezó a formar montículos de tierra. Con su magia, los montículos se convirtieron en barreras, protegiendo a los Ternitos de las olas.

"¡Bien hecho, Tierra!" - aclamó el río orgulloso.

Finalmente, el viento se calmó. Las nubes se disiparon, y el sol volvió a brillar. Tierra se sintió aliviada.

"Gracias, amigo río. ¡Juntos, somos más fuertes!" - dijo.

"Siempre juntos, Tierra. Siempre juntos", respondió el río.

Con su valor y su ingenio, Tierra había salvado a sus amigos y había aprendido algo importante: a veces, los problemas parecen grandes, pero siempre se pueden solucionar con esfuerzo y colaboración. Y así, Tierra continuó su viaje, lista para descubrir más maravillas en su hermoso país, Argentina, tierra mágica y unida.

Desde entonces, Tierra no solo fue conocida por sus hazañas, sino que se convirtió en la heroína de su comunidad, fomentando la unión y la defensa de la naturaleza entre los Ternitos. Y al igual que ella, todos aprendieron que cada pequeño esfuerzo cuenta y que, uniendo fuerzas, se pueden lograr grandes cosas.

Y colorín colorado, este cuento se ha contado.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!