El Viaje de la Tierra y sus Amigos
Érase una vez, hace miles de millones de años, en un rincón del universo, donde solo había polvo y gas. Un día, esos pequeños granos comenzaron a juntarse y a bailar en el espacio. Al principio eran solo un montón de cosas flotando, pero poco a poco se fueron uniendo, formando una hermosa esfera. ¡Era la Tierra!"- ¡Hola! Soy la Tierra! - dijo la esfera con una voz suave. - Estoy un poco caliente por fuera, pero sé que algún día seré azul y llena de vida."
La Tierra se sentía sola y soñaba con tener amigos. Un buen día, un gran asteroide pasó volando cerca y, al chocar con ella, hizo que comenzara a girar y a enfriarse.
"- ¡Ups! - exclamó el asteroide mientras se alejaba. - Espero no haberte hecho daño."
"- ¡No! Solo me ayudaste a prepararme para mi aventura - respondió la Tierra mientras temblaba de emoción. - De aquí a poco, ¡tendré un satélite que me acompañe!"
Y así fue como, tras el encuentro especial, la Luna nació. La Tierra miró al cielo y sonrió mientras veía cómo su nueva amiga giraba a su alrededor.
"- ¡Hola, Luna! - gritó la Tierra, repleta de alegría. - ¿Quieres jugar con migo?"
"- ¡Claro! - dijo la Luna. - Muchas veces salir a pasear y observar a las estrellas es muy aburrido. ¡Es genial tener un amigo con quien compartir!"
Con el tiempo, la Tierra se enfrió poco a poco, y comenzó a formarse una atmósfera brillante. Nubes suaves como algodón comenzaron a aparecer en su alrededor.
"- ¡Mirá, Luna! - dijo la Tierra emocionada. - Ahora tengo una capa de aire que me protege. Pronto, habrá agua también.¡Estoy tan contenta!"
"- ¡Agua! - exclamó la Luna. - ¡Qué emocionante! Nunca he visto agua de cerca."
La Tierra continuó su viaje y pronto, lagos y océanos comenzaron a aparecer, llenando su superficie. Después de un tiempo, fueron surgiendo muchas formas de vida.
"- ¡Hola, pequeños peces! - saludó la Tierra a los habitantes de sus aguas. - Bienvenidos a mi hogar. ¿Quieren nadar por el océano?"
Los peces respondieron con alegría, chapoteando y nadando alrededor.
"- ¡Gracias, Tierra! - dijeron. - ¡Es un lugar fantástico!"
Sin embargo, no todo era color de rosa. A veces, tormentas fuertes se desataban, y la Tierra sentía miedo de perder a sus amigos.
"- ¡Oh no! - gritó la Tierra un día, mientras los vientos aullaban. - Luna, ¿y si los peces y las plantas no pueden sobrevivir a esta tormenta?"
"- No te preocupes, Tierra - respondió la Luna con cariño. - Tus amigos son fuertes y tienen la capacidad de adaptarse. Después de la lluvia, siempre vuelve a salir el sol."
La Tierra escuchó las palabras de su amiga y trató de mantenerse tranquila. Poco después de la tormenta, el sol brilló de nuevo, iluminando todo.
"- ¡Lo ves! - dijo la Luna felizmente. - Mirá cómo los arbolitos crecen después de la lluvia. Y los ríos siempre vuelven a fluir. ¡La vida encuentra su camino!"
Después de cada tormenta, la Tierra se fortalecía, aprendiendo a cuidar de sus amigos y a superar los momentos difíciles. Con el tiempo, semillas empezaron a crecer y a florecer, creando bosques y praderas llenas de colores.
"- ¡Mirá cuántos amigos nuevos tengo! - se alegró la Tierra. - ¡Animales, plantas, todo es maravilloso! `"
"- Todos somos parte de ti, Tierra - dijo un erizo que paseaba. - ¡Gracias por darnos hogar!"
La Tierra estaba feliz. Había aprendido que, aunque enfrentara desafíos, siempre podría contar con sus amigos, la Luna, los peces, las plantas y los animales.
"- ¡Gracias, amigos! - dijo la Tierra con gratitud. - Juntos siempre podremos superar cualquier cosa."
Y así, la Tierra continuó girando en su danza cósmica, rodeada de naturaleza vibrante, sueños y la promesa de aventuras por venir, sabiendo que nunca estaría sola.
Fin.
FIN.