El viaje de las cifras mágicas



Había una vez un mundo donde todo estaba hecho de números. Los árboles eran triángulos isósceles, las flores eran círculos perfectos y hasta los ríos fluían en líneas rectas de números decimales. En este curioso lugar vivía un pequeño número llamado Juanito 1. Él era muy curioso y siempre soñaba con encontrar un lugar donde pudiera ser más grande y fuerte.

Un día, mientras exploraba el Bosque de los Cálculos, Juanito 1 se encontró con dos números enérgicos, los gemelos 2 y 2.

"Hola, Juanito. ¿Te gustaría jugar con nosotros a un juego de matemáticas?" - preguntaron los gemelos, llenos de entusiasmo.

"¡Sí! Pero me gustaría ser más grande y fuerte como ustedes" - respondió Juanito con un suspiro.

"No te preocupes, Juanito. Hay un lugar mágico llamado la Suma de la Amistad, donde todos los números se vuelven más fuertes si se trabajan juntos. ¡Te mostramos cómo!" - dijeron los gemelos mientras tomaban de la mano a Juanito.

Los tres números se dirigieron al Gran Árbol de la Suma, que tenía hojas que brillaban con las combinaciones de números en armonía. Cuando llegaron, vieron a otros números jugando y sumando entre ellos.

"¿Puedo unirme?" - preguntó Juanito 1 un poco tímido.

"¡Claro! Aquí todos cuentan, ven y suma con nosotros." - dijo un número 3, que estaba jugando en el centro.

Así que, siguiendo el ejemplo del número 3, Juanito se unió al juego de la suma. Sumándose al grupo, se transformó en 2. Con alegría, continuó jugando y riendo, y al sumarse a otros números pronto se convirtió en 5.

"¡Miren! ¡Soy un número más grande!" - exclamó Juanito con alegría.

Pero, entonces, el número 5, que había sumado mucho, se dio cuenta de que por un momento se sentía un poco solo. La diversión del juego había hecho que perdiera de vista a sus amigos.

"Es cierto que ahora soy más grande, pero también extraño a los números con los que jugué antes. Quiero volver a ser Juanito 1" - murmuró para sí mismo.

Los gemelos 2 y 2 sintieron que algo le pasaba a su amigo. Se acercaron y le dijeron:

"No importa si eres un 1 o un 5, lo más importante es que siempre seas tú mismo, Juanito."

"¡Sí!" - agregó el número 3 "Lo mejor de la suma es la amistad que formamos en el camino."

Juanito pensó en lo que habían dicho sus amigos y recordó que, al juntar sus números, todas las combinaciones creaban cosas nuevas y hermosas. Decidió que, aunque ser un número más grande era divertido, siempre agradecería ser parte del grupo.

Entonces, Juanito 5 se puso de pie y dijo:

"¡Vamos a seguir jugando! No importa qué número sea mientras esté con ustedes. La amistad es lo que hace fuerte a cualquier número."

Los demás números aplaudieron emocionados y continuaron jugando juntos.

En su camino, Juanito y sus amigos descubrieron que la unión de los números también podía generar multiplicaciones, restas e incluso fracciones. Cada vez que sumaban y se transformaban, aprendían nuevas cosas sobre esos números mágicos que sólo existían en su mundo.

Finalmente, mientras el sol comenzaba a ocultarse, Juanito se dio cuenta de que más allá de ser sólo un número, había aprendido lo importante que era la amistad y cómo, al trabajar juntos, podían lograr cosas maravillosas.

Y así, entre risas y sumas, Juanito y sus amigos regresaron felices a casa, listos para contar sus aventuras y descubrir nuevas posibilidades en el mundo de números.

Desde entonces, Juanito nunca se sintió solo ni pequeño, pues sabía que al sumar amor y amistad, siempre se convertía en el número más grande de todos.

FIN.

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