El viaje de las emociones



En la Guardería Merlín, los pequeños aprendices estaban a punto de embarcarse en un viaje muy especial. El hada madrina, llamada Emilia, les contó que partirían en un maravilloso viaje a través del Reino de las Emociones.

"¿El Reino de las Emociones? ¡Qué emocionante!" exclamó Lucía, una niña curiosa. "Sí, queridos niños. En este viaje aprenderán a reconocer y entender sus emociones", explicó Emilia.

El viaje comenzó con la emoción de la alegría, representada por un colorido paisaje lleno de risas y juegos. Luego, llegaron al Valle de la Tristeza, donde aprendieron a consolar a un simpático perrito triste. Después, navegaron por el Mar de la Ira, donde les enseñaron a controlar su enojo.

El siguiente destino fue la Montaña del Miedo, un lugar tenebroso donde enfrentaron sus miedos y salieron más valientes que nunca. Finalmente, llegaron al Jardín de la Calma, donde aprendieron a relajarse y meditar.

Al regresar a la guardería, los niños comprendieron que todas las emociones eran parte de ellos y que era importante saber gestionarlas. Así, a partir de ese día, vivieron en armonía con sus emociones, sabiendo que cada una de ellas tenía su lugar y momento.

La Guardería Merlín se convirtió en un lugar donde el aprendizaje con emociones era tan importante como el aprender a leer y escribir.

FIN.

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