El viaje de las emociones




Había una vez en un lejano país, un grupo de amigos muy curiosos: Emi la emoción alegre, Tristeza la emoción triste, Miedo la emoción temerosa, y Calma la emoción tranquila. Vivían juntas en el corazón de un niño llamado Nicolás.

Un día, Nicolás se sintió confundido porque no entendía por qué a veces se sentía tan alegre y otras veces tan triste.

En su preescolar, la maestra les había contado a los niños sobre las emociones y la importancia de entenderlas. Así que Nicolás decidió emprender un viaje para comprenderlas mejor. -Emi, ¿por qué a veces me siento tan contento y otras veces no? -preguntó Nicolás.

-¡Hola Nicolás! ¡Te saludo con una sonrisa! A veces te sientes alegre cuando haces algo que te gusta, como jugar con tus amigos o recibir un regalo. Y otras veces, te sientes triste cuando algo no sale como esperabas.

Es normal sentir diferentes emociones, pero recuerda que siempre puedes buscar cosas que te hagan feliz. -respondió Emi con entusiasmo. Nicolás asintió y siguió su camino.

En su recorrido, se encontró con Tristeza, quien le explicó que era normal sentirse mal a veces, pero que también era importante expresar lo que sentía para recibir consuelo de los demás. Miedo, en cambio, le contó que era natural tener miedo a situaciones nuevas, pero que poco a poco podía vencerlo enfrentándolas.

Y por último, Calma le enseñó que podía encontrar tranquilidad en momentos de agitación respirando profundo y pensando en cosas bonitas. Nicolás regresó a su hogar con un corazón lleno de sabiduría emocional. Comprendió que todas las emociones son parte de su ser y que cada una tiene su propósito.

A partir de ese día, aprendió a expresar lo que sentía, a enfrentar sus miedos, a buscar momentos de alegría y a encontrar la calma en situaciones difíciles. Y así, vivió feliz, gestionando sus emociones de la mejor manera.

La enseñanza de ese viaje lo acompañaría toda su vida.

FIN.

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