El viaje de las estrellas brillantes



Había una vez en un lejano y mágico reino, dos amigas llamadas Arzu y Leticia. Ellas eran curiosas y soñadoras, les encantaba observar las estrellas y preguntarse qué secretos escondían.

Un día, mientras contemplaban el cielo nocturno, vieron que unas estrellas brillaban de una forma especial. Intrigadas, decidieron emprender un viaje para descubrir el misterio detrás de esas estrellas tan resplandecientes. "¿Te animas a descubrir el secreto de esas estrellas, Arzu?", preguntó Leticia emocionada.

"¡Sí, claro que sí! Será una aventura inolvidable", respondió Arzu con entusiasmo. Sin dudarlo, las dos amigas iniciaron su viaje hacia lo desconocido, llenas de valentía y determinación.

En su camino, se encontraron con divertidos duendes que les dieron consejos para seguir adelante, atravesaron bosques encantados donde conocieron a criaturas mágicas, y cruzaron ríos de aguas resplandecientes que les regalaron paz y serenidad. Finalmente, llegaron al lugar donde las estrellas brillaban con tanta intensidad.

Allí descubrieron que cada estrella representaba un deseo que alguien había hecho con el corazón puro, y que al brillar tan fuerte, significaba que ese deseo se había cumplido.

Arzu y Leticia comprendieron entonces que en cada momento de sus vidas, tenían la capacidad de hacer brillar su propia estrella, cumpliendo sus deseos con esfuerzo, bondad y perseverancia. Al regresar a su casa, las dos amigas se acurrucaron en sus camas, con el corazón lleno de magia y lecciones aprendidas.

Y mientras cerraban sus ojos, cada una de ellas susurró su deseo con el firme propósito de hacer brillar su propia estrella. Y así, la magia de aquellas estrellas brillantes las acompañó en sus sueños, recordándoles que siempre podían hacer brillar su propia luz en el mundo.

FIN.

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