El viaje de las flores silvestres



En un jardín secreto, dos flores silvestres se encontraron de repente. Una traía una mochila de viaje, mientras que la otra una simple cuchara.

La flor con la mochila se llamaba Violeta, una viajera empedernida que había recorrido muchos lugares hermosos. La otra flor se llamaba Margarita, una flor hogareña que nunca había salido del jardín. Al ver a Margarita con la cuchara, Violeta se acercó con curiosidad. -Hola, ¿qué haces con esa cuchara? -preguntó Violeta.

-Estoy cuidando la tierra a mi alrededor, para que las semillas puedan crecer y convertirse en bellas flores como nosotras -respondió Margarita. Impresionada, Violeta le contó a Margarita sobre los maravillosos lugares que había visitado.

Margarita, emocionada, le pidió a Violeta que le mostrara el mundo más allá del jardín. Juntas, decidieron emprender un viaje.

Durante su emocionante travesía, Violeta enseñó a Margarita sobre la diversidad de la naturaleza, mientras que Margarita compartió con Violeta la importancia de cuidar cada pequeño rincón de la tierra. Al final del viaje, ambas flores habían aprendido valiosas lecciones. Violeta descubrió la belleza de lo simple y cotidiano, mientras que Margarita encontró el valor de explorar lo desconocido.

Con una nueva perspectiva, regresaron al jardín, compartiendo sus experiencias y enseñanzas con las demás flores. Desde entonces, el jardín fue un lugar de aventuras y cuidado, donde cada flor valoraba no solo su hogar, sino también el mundo que las rodeaba.

FIN.

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