El viaje de las letras perdidas
Había una vez en un lejano pueblo un misterioso librero llamado Don Librín. Este librero poseía un poder especial: las letras de sus libros tenían vida propia.
Un día, una terrible tormenta sacudió el pueblo y las letras se dispersaron por todo el lugar. Don Librín decidió emprender un viaje para encontrar a las letras perdidas y devolverlas a sus libros. En su travesía, Don Librín conoció a la letra A, una valiente aventurera que lo acompañó en su búsqueda.
Juntos recorrieron valles, cruzaron ríos y desafiaron peligros hasta encontrar a la letra E, que se había extraviado en un bosque encantado. La letra E se unió a ellos y juntos continuaron su travesía.
En su camino, enfrentaron obstáculos y desafíos, pero con valentía y trabajo en equipo lograron encontrar a todas las letras perdidas. Al regresar al pueblo, Don Librín reunió a las letras con sus libros, y la alegría volvió a reinar en el corazón de los habitantes.
La importancia de la unión, la valentía y la perseverancia quedó grabada en la memoria de todos, y Don Librín y las letras perdidas fueron recordados como héroes.
Desde ese día, las letras se mantuvieron juntas, recordando que juntas son más fuertes y que nunca deben perderse, porque su unión es la magia que llena de vida los libros.
FIN.