El viaje de las placas tectónicas


En un pequeño pueblo llamado Villa Geología, el docente Jonathan estaba emocionado por dar su clase sobre las placas tectónicas a los alumnos del tercer grado A.

- Buenos días, chicos. Hoy vamos a aprender sobre las placas tectónicas, que son como piezas gigantes de rompecabezas que forman la capa externa de la Tierra, dijo el docente Jonathan con entusiasmo.

Los niños, con curiosidad en sus ojos, escuchaban atentamente las explicaciones del docente. De repente, una luz mágica iluminó el aula y transportó a los estudiantes y al docente a un viaje sorprendente.

- ¿Dónde estamos? preguntó una de las niñas, asombrada por el cambio.

- Estamos en el centro de la Tierra, en el límite de dos placas tectónicas, respondió el docente Jonathan.

Los niños se encontraban justo en el punto donde las placas se separaban, y podían ver cómo el magma fluía y formaba montañas y volcanes. La chispa de la curiosidad se encendió en los corazones de los pequeños geólogos.

- ¡Esto es increíble! exclamó un niño, maravillado por el espectáculo.

El viaje continuó, llevándolos a lugares como el fondo del océano donde las placas se deslizaban una contra la otra, formando cordilleras submarinas y valles profundos. A medida que avanzaban, aprendían sobre los terremotos y tsunamis, y cómo las placas tectónicas estaban en constante movimiento.

Finalmente, el viaje los llevó de regreso al aula, donde el docente Jonathan los despidió con una sonrisa.

- Espero que este viaje los haya inspirado a explorar más sobre las maravillas de la geología y las placas tectónicas. Recuerden, el mundo que habitamos está en constante cambio, y es importante entender cómo funciona para protegernos y apreciar su belleza, dijo el docente Jonathan mientras los niños aplaudían emocionados.

Los niños se despidieron del docente con gran entusiasmo, ansiosos por investigar más sobre las placas tectónicas y el increíble mundo que habían descubierto.

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