El viaje de las semillas resilientes
Había una vez un hermoso jardín donde florecían las flores más bellas y coloridas. En este jardín vivían las semillas resilientes, que tenían la capacidad de adaptarse a cualquier cambio.
Ellas eran la envidia de todas las demás semillas, ya que siempre lograban crecer fuertes y saludables, sin importar las circunstancias. Un día, una tormenta feroz azotó el jardín, arrancando muchas flores y semillas.
Las semillas resilientes también sufrieron, pero en lugar de rendirse, decidieron emprender un viaje para encontrar un lugar seguro donde crecer. "¡Debemos ser fuertes y valientes, hermanas!" -dijo la semilla líder, llamada Valentina. "Sí, tenemos la capacidad de adaptarnos a cualquier cambio. Encontraremos un nuevo hogar" -agregó la semilla optimista, llamada Esperanza.
Así, las valientes semillas comenzaron su travesía, enfrentando desafíos como sequías, fuertes vientos y suelos poco fértiles. Pero nunca perdieron la esperanza. Finalmente, llegaron a un hermoso valle donde decidieron echar raíces.
A medida que crecían, las semillas resilientes enseñaban a las demás plantas del valle la importancia de aceptar los cambios y seguir adelante. Pronto, el valle se convirtió en un lugar próspero donde todas las plantas, grandes y pequeñas, aprendieron a ser resilientes.
Las semillas resilientes se convirtieron en un ejemplo de fortaleza y determinación para todos. Y así, demostraron que la resilencia del cambio es esencial en cualquier ambiente.
FIN.