El Viaje de las Tres Mariposas



Era un hermoso día en el jardín de la familia Pérez. Tres mariposas, que siempre revoloteaban entre las flores, eran las mejores amigas: Lila, Mili y Tati. Ellas estaban muy felices, pero a veces sentían que había algo más allá de su jardín que debían explorar. Un día, mientras jugaban al escondite entre las plantas, Lila tuvo una idea.

"Chicas, ¿por qué no salimos a conocer el mundo más allá del jardín? ¡Podríamos compartir lo que descubramos con las demás criaturas!"

"¿Qué crees que encontraremos?" preguntó Mili, un poco asustada.

"Quizás haya flores más coloridas, lugares más grandes y animales de los que no hemos oído hablar. ¡Vamos!" dijo Tati, emocionada.

Las mariposas, llenas de entusiasmo, decidieron volar hacia la colina del fondo del jardín, que nunca habían cruzado. A medida que avanzaban, se encontraron con un grupo de animales que estaban jugando. Había un conejo llamado Roco, una tortuga llamada Tuca y un pájaro llamado Pío.

"¡Hola!" saludó Lila. "Somos Lila, Mili y Tati. Venimos de más allá del jardín. ¿Pueden contarles a sus amigos sobre nosotras?"

"Claro que sí. ¡Hay muchos animales que quieren conocerte!" dijo Roco, emocionado.

Las mariposas se presentaron y comenzaron a contar historias de su hogar, pero también se dieron cuenta de que todos los animales tenían sus propios problemas. La tortuga, por ejemplo, no podía llegar a la hierba fresca porque los más grandes no la dejaban.

"¿Por qué no le piden ayuda a alguien?" preguntó Mili, preocupada.

"No quiero hacer ruido, quizás me digan que no" dijo Tuca en voz baja.

"¡No! Hay que ser valiente. Siempre hay alguien que puede ayudar" dijo Tati.

Así, las mariposas decidieron ayudar. Juntaron a todos los animales y dijeron:

"¡Escuchen! Tuca quiere llegar a la hierba fresca. ¿Qué podemos hacer juntos para ayudarla?"

Los animales comenzaron a hacer propuestas:

"Podemos formar una cadena, todos unidos, así la ayudamos" sugirió Roco.

"¡Sí! Y si alguien se siente cansado, otro lo puede reemplazar" agregó Pío.

Así lo hicieron. Todos los animales se unieron, incluso los más grandes que antes no la dejaban pasar. Al final, ¡Tuca llegó a la hierba fresca!"Gracias a todas las mariposas, ahora puedo comer sin problemas" sonrió la tortuga.

Las mariposas se sintieron felices. Habían dado algo hermoso a sus nuevos amigos, pero también habían aprendido que ayudar era importante. Después de un día de aventuras, Lila, Mili y Tati volvieron a su jardín.

"¿Vieron lo que pudimos hacer?" dijo Mili.

"Sí, y pensamos en ayudar a los demás, no solo a nosotros mismos" reflexionó Lila.

"Y lo mejor de todo es que hay más amigos allá afuera. Siempre podemos arreglar algo juntos" concluyó Tati.

Así, las mariposas no solo se convirtieron en las heroínas de su jardín, sino que también inspiraron a los demás a ser valientes, ayudar y hacer del mundo un lugar mejor.

FIN.

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