El Viaje de Libertad
En un pequeño pueblo llamado Yapeyú, vivía un grupo de amigos muy especiales: Pablo, un aventurero; Eva, una brillante inventora; y Nicolás, un guerrero valiente, aunque no se llamaba así, siempre soñaba con ser un héroe. Todos ellos compartían un sueño: explorar más allá de su hogar y llevar la libertad a quienes más lo necesitaban.
Un día, mientras jugaban en el bosque, se encontraron con un misterioso mapa.
"¡Miren esto!" - exclamó Pablo, sosteniendo un papel arrugado.
"¿Qué es, un tesoro?" - preguntó Eva, emocionada.
"No, parece que nos lleva a un lugar llamado Independencia", dijo Nicolás.
"Ese lugar suena a aventura", susurró Eva, intrigada.
Decididos a seguir el mapa, emprendieron su viaje. Cruzaron el río Militar, donde se encontraron con un viejo barquero que les advirtió:
"Cuidado, chicos, el camino es peligroso. ¿Están seguros de querer ir?"
"¡Sí! Queremos ser libres y ayudar a otros!" - respondió Pablo, con confianza.
El barquero sonrió y les entregó un pequeño bote. Con valentía, cruzaron el río, pero cuando llegaron a la otra orilla, se encontraron con una gran montaña.
"No puedo creerlo, estos son los Andes" - dijo Nicolás, maravillado por su grandeza.
"Vamos, juntos podemos escalarla" - animó Eva.
Sin dudarlo, comenzaron a escalar. A medida que subían, el camino se volvía más difícil y resbaloso. Eva utilizó su ingenio para crear una cuerda con lianas y ayudar a sus amigos a avanzar.
"¡Eso es, Eva! ¡Sigue adelante!" - gritó Pablo, mientras se agarraba a la cuerda improvisada.
Finalmente, llegaron a la cima y pudieron ver un espléndido paisaje. Desde allí, pudieron ver una aldea que parecía necesitar ayuda.
"¡Miren! La gente ahí abajo necesita encontrar su independencia. ¡Vamos a ayudarles!" - dijo Nicolás con seguridad.
Cuando bajaron, se encontraron con los aldeanos que estaban muy tristes.
"¿Qué sucede?" - preguntó Pablo, curioso.
"No podemos salir de este lugar. Un malvado rey nos tiene prisioneros aquí, nosotros queremos ser libres" - lamentó una mujer.
"¡Nosotros podemos ayudar!" - dijo Eva, emocionada. "Construiremos un dispositivo que les permitirá salir de aquí. ¡Kalímba!" - grito, recordando el nombre que habían dado a su invento mágico, que convertía cosas simples en herramientas útiles.
Entonces, unieron fuerzas con los aldeanos para construir un globo de aire caliente utilizando telas viejas y trozos de madera.
"Con esto podremos volar sobre el castillo del rey" - dijo Nicolás, mientras ataba una cuerda a su artilugio.
Una vez listo, se subieron al globo junto a varios aldeanos. Con mucha emoción, comenzaron a elevarse por los aires.
"¡Esperen! ¡Estoy esperando que el rey no se dé cuenta!" - gritó un aldeano, mientras el viento soplaba con fuerza.
"¡Estamos volando! ¡Estamos en el cielo!" - gritó Pablo, jubilosamente. "¡Es maravilloso!"
Desde las alturas, vieron el castillo del rey. Con un plan en mente, se acercaron sigilosamente. Eva hizo un sonido parecido a un pájaro para distraer a los guardias.
"¡Miren, hay una paloma rara!" - gritó uno de los guardias, y así lograron entrar al castillo.
Una vez dentro, se enfrentaron al rey.
"¡Detente, rey! ¡La gente de la aldea quiere ser libre!" - exclamó Nicolás, con toda su valentía.
"¿Y quiénes son ustedes para decirme eso?" - contestó el rey, sorprendido.
"¡Somos quienes creen en la libertad! ¡El miedo no es un rey que nos pertenezca!" - dijo Eva con determinación.
El rey, al ver que el miedo y la avaricia no eran la solución, finalmente se dio cuenta de que había cometido un error.
"¡Está bien! ¡Dejen a la gente ser libre!" - gritó, mientras salía de su palacio, sorprendido por la valentía de los jóvenes.
Finalmente, la aldea celebró su independencia.
"¡Lo logramos!" - exclamó Pablo, emocionado.
"La libertad es algo que todos merecemos" - añadió Nicolás.
Desde ese día, Pablo, Eva y Nicolás se convirtieron en héroes en la aldea y aprendieron que la valentía, la amistad y la unión podían cambiar el mundo. En su corazón, llevaban la esencia de los Andes, el río Militar, el passion by independence y la importancia de luchar por la libertad.
Así vivieron muchas otras aventuras, sabiendo que juntos podrían lograr cualquier cosa que se propusieran.
FIN.