El Viaje de Lila
En un pequeño pueblo llamado Arcoíris, vivía una niña curiosa llamada Lila. Ella siempre soñaba con viajar a lugares lejanos, donde las nubes danzaran y los arcoíris tocaran el suelo. Un día, mientras exploraba el bosque cerca de su casa, Lila encontró un mapa antiguo. El mapa no tenía nombres, solo dibujitos de criaturas mágicas y lugares sorprendentes.
- ¡Mirá, Lila! - exclamó su perro, Copo, olfateando el mapa. - ¡Parece que nos llevará a la cima de la Colina de los Deseos!
- ¡Vamos, Copo! - dijo Lila emocionada. - ¡Nunca he visto la Colina de los Deseos!
Estaban listos para la aventura. Al salir del bosque, notaron que el cielo se nublaba.
- No me gusta esto - dijo Copo con un pequeño lamento. - ¿Y si empieza a llover?
- No te preocupes - le respondió Lila mientras miraba el mapa. - Este mapa tiene que guiarnos. ¡Vamos!
Mientras caminaban, Lila y Copo se encontraron con un riachuelo lleno de piedras brillantes. Lila se emocionó al verlas.
- ¡Mirá, Copo! ¡Son preciosas! - dijo. - Debemos recoger algunas.
Pero al acercarse, una rana apareció.
- ¡Alto ahí! - croó la rana, haciéndose cargo de las piedras. - Solo los que resuelvan mi acertijo podrán tomar una.
Lila, intrigada, se detuvo.
- ¿Cuál es tu acertijo? - preguntó.
- ¿Qué tiene agujeros pero aún puede contener agua? - dijo la rana con un guiño.
Lila y Copo pensaron por un momento. Entonces, Lila sonrió.
- ¡Una esponja! - gritó entusiasmada.
La rana, impresionada, se alejó y dejó que Lila tomara algunas piedras.
- ¡Lo hicimos, Copo! - dijo ella, llenando su bolsita. - Estamos un paso más cerca de la colina.
Continuaron su camino hasta que llegaron a un claro, donde encontraron a un gato tuerto nadando en un lago.
- ¡Hola! ¿Podrían ayudarme? - pidió el gato. - Necesito atrapar mi pez y no puedo hacerlo solo.
- Claro, pero tenemos que seguir nuestro camino - contestó Lila.
- Podría darles un consejo a cambio - ofreció el gato. - Si ayudan a cazar el pez, yo les diré cómo llegar más rápido a la colina.
Lila y Copo se miraron.
- ¡Está bien! - dijo Lila. - Vamos a ayudarlo.
Con astucia, Lila usó las piedras brillantes para atraer al pez hacia la orilla, mientras Copo saltaba emocionado. Al final, el gato pescó un pez dorado.
- ¡Muchísimas gracias! - dijo el gato. - Ahora les diré cómo llegar a la colina. Solo sigan el camino que va a la derecha, será más rápido.
- ¡Gracias! - exclamó Lila. - Ahora podemos irnos.
Finalmente, Lila y Copo llegaron a la Colina de los Deseos. Al subirla, se encontraron con una vista increíble y un hermoso arcoíris que brillaba en el cielo.
- ¡Es hermoso! - dijo Lila. - Esto vale la pena.
- Nunca olvidemos que siempre hay obstáculos en el camino - reflexionó Copo. - Pero con trabajo en equipo, podemos superarlos todos.
Y así, mientras el arcoíris se desvanecía, Lila comprendió que el viaje era tan importante como el destino, y los amigos son una parte fundamental de cada aventura.
FIN.