El Viaje de Lila y el Dragón Amistoso



Una mañana mágica, Lila, una niña curiosa con cabellos al viento, se despertó en su acogedora casa en el bosque. Con un brillo en los ojos, decidió que era el momento perfecto para una nueva aventura. Mientras exploraba el jardín, se encontró con una piedra grande y misteriosa. Lila se agachó, la movió y descubrió algo increíble.

"¡Un mapa!" - gritó emocionada, sacando un trozo de papel envejecido de debajo de la piedra.

Al desplegarlo, vio que el mapa estaba lleno de dibujos extraños y caminos retorcidos que llevaban a un lugar llamado la Montaña de los Dragones.

"¿Dragones? ¡Tengo que ir a conocerlos!" - dijo Lila, con una gran sonrisa. Sin pensarlo dos veces, guardó el mapa en su mochila y salió disparada.

Camino a la montaña, Lila se encontró con varios personajes del bosque. Primero, una ardilla parlante que le dijo:

"¡Hola, Lila! ¿A dónde vas tan apresurada?"

"Voy a conocer a los dragones, ¡quiero verlos de cerca!"

"¿Dragones? Ten cuidado, son criaturas fantásticas, pero podrían estar asustados. Cuando llegues, recuerda ser amable.

Lila asintió, prometiendo que sería respetuosa. Continuó su viaje y, al llegar a la base de la montaña, escuchó un rugido fuerte. Sintiéndose un poco nerviosa, subió por el sendero.

Pronto llegó a una cueva iluminada por cristales de colores. A medida que entraba, notó un dragón enorme, de escamas brillantes y suaves ojos azules, que la miraba con curiosidad.

"Hola, pequeña visitante, soy Drago, el dragón amistoso de esta montaña. ¿Qué te trae por aquí?"

"¡Hola, Drago! Soy Lila, encontré este mapa y vine a conocerte porque quiero saber más sobre los dragones."

Drago sonrió y se acercó lentamente.

"¿Sabías que todos los dragones tienen un don especial? Yo puedo hacer llover colores en el cielo. ¿Te gustaría verlo?"

"¡Sí, por favor!" - respondió Lila, con alegría.

Con un movimiento de su enorme cola, Drago creó lluvias de colores que danzaban en el aire. Lila se maravilló al ver cómo el cielo se transformaba en un arcoíris vibrante.

"Es hermoso, Drago. ¿Puedo aprender a hacerlo?"

"Claro, cada dragón enseña a los que tienen un corazón limpio. Pero primero, debes superar una prueba."

Intrigada, Lila preguntó:

"¿Qué tipo de prueba?"

"Tendrás que mostrarme tu valentía y tu bondad. La montaña está llena de criaturas que necesitan ayuda. ¿Te atreves, Lila?"

Lila aceptó, y Drago le dio instrucciones. En su camino, programó ayudar a una tortuga atrapada en un arbusto espinoso.

"Necesitas ser cuidadosa con mis pinchos, por favor. " - dijo la tortuga.

"No te preocupes, yo te ayudaré." - contestó Lila, quien con mucha paciencia logró liberar a la tortuga.

La tortuga, agradecida, exclamó:

"¡Eres muy valiente! Gracias, pequeña amiga. Te deseo suerte en tu búsqueda!"

Continuó su camino e intentó ayudar a un pájaro con un ala lastimada.

"¿Puedo ayudarte?" - preguntó Lila con ternura.

"¡Sí! Necesito encontrar el nido donde tengo mis huevos."

Lila se afanó en ayudar al pájaro a volver a su hogar.

Drago observó todo desde la distancia y sonrió. Al atardecer, Lila regresó a la cueva.

"Lo hiciste muy bien, Lila. Tu corazón es puro y lleno de valentía. ¡Ahora, mira!"

Drago creó una lluvia de colores en el cielo mientras cada gota se transformaba en destellos de luz.

"¿Puedes hacerlo tú también?" - preguntó Lila emocionada.

"Inténtalo con tu imaginación, y recuerda, siempre es mejor compartir el don con quienes amas."

Lila cerró los ojos, pensó en los amigos que había hecho y apretó sus manos.

"¡Que caigan colores!" - gritó.

Y entonces, un torrente de colores iluminó el cielo sobre la montaña. Lila había aprendido el verdadero significado de la amistad y la bondad.

"¡Lo lograste!" - exclamó Drago.

"¡Gracias, amigo!" - respondió Lila, sintiéndose llena de alegría.

Al final de su aventura, Lila regresó a casa con una gran sonrisa y un corazón lleno de amor y sueños. Había aprendido que los dragones, a veces, son solo amigos esperando a ser descubiertos.

Y así, Lila nunca olvidó su mágico viaje. Cada vez que miraba hacia el cielo y veía los colores, recordaba a su amigo Drago y el poder de la amistad.

FIN.

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