El viaje de Lina y el hechizo oscuro
Había una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, una niña llamada Lina. Lina era curiosa, valiente y siempre estaba lista para vivir nuevas aventuras.
Un día, mientras jugaba en el jardín de su casa, se encontró con un ratón muy especial que hablaba. - ¡Hola, Lina! Soy Ratón, ¿te gustaría venir conmigo a un lugar mágico? -dijo el ratón con entusiasmo.
Lina no lo podía creer, pero su espíritu aventurero la impulsó a aceptar la invitación del ratón. Sin dudarlo, subió a su lomo y juntos emprendieron un viaje increíble hacia lo desconocido. El ratón la llevó a un castillo majestuoso que tenía 150 pisos y estaba lleno de misterios.
Cada piso era diferente y escondía secretos maravillosos. En uno de los pisos más altos, Lina se encontró con una hermosa hada de alas brillantes. - ¡Hola, querida Lina! Soy Hada Luzia. Veo que tienes un corazón valiente y una mente curiosa.
¿Te gustaría ayudarme a resolver un problema que afecta a nuestro reino? -dijo el hada con voz melodiosa. Lina asintió emocionada. Estaba lista para enfrentar cualquier desafío que se presentara en su camino.
El hada le explicó que una malvada bruja había lanzado un hechizo oscuro sobre el castillo y solo una persona pura de corazón podía romperlo. - ¿Cómo puedo ayudarte, Hada Luzia? -preguntó Lina con determinación.
El hada le entregó a Lina una varita mágica y le dijo que debía encontrar tres ingredientes especiales para preparar un contrahechizo: una pluma de fénix dorado, una lágrima de sirena y una estrella fugaz atrapada en un frasco.
Sin dudarlo ni un segundo, Lina comenzó su búsqueda por todo el castillo. Encontrar los ingredientes no fue fácil; tuvo que superar pruebas difíciles y enfrentarse a sus propios miedos. Pero con valentía y determinación logró recolectar todo lo necesario para preparar el contrahechizo.
Finalmente, frente a la malvada bruja que custodiaba el último piso del castillo, Lina pronunció las palabras mágicas mientras agitaba la varita:- ¡Contrahechizo luminoso! Una luz brillante iluminó todo el castillo y el hechizo oscuro fue roto al fin.
El castillo recuperó su esplendor y todos los seres mágicos celebraron junto a Lina y el hada Luzia.
- ¡Gracias por tu valentía y nobleza, querida Lina! Has demostrado que incluso la persona más pequeña puede lograr cosas grandiosas cuando tiene coraje en su corazón -dijo Hada Luzia con orgullo. Desde ese día, Lina se convirtió en la heroína del reino mágico y cada noche volvía al castillo para vivir nuevas aventuras junto al ratón parlante y el hada Luzia.
Y así descubrió que la verdadera magia reside en creer en uno mismo y nunca dejar de soñar.
FIN.