El viaje de los animalitos
Érase una vez en un bosque encantado, donde vivían muchos animalitos de todas las formas y tamaños. Entre ellos estaban Tomás el conejo, Martina la ardilla, y Panchito el mapache.
Un día, los tres amigos decidieron emprender un viaje por el bosque para descubrir nuevos lugares y conocer a otros animalitos. "¡Estoy tan emocionado por este viaje!" exclamó Tomás. "Sí, va a ser divertido," dijo Martina.
"Pero recuerden, como nos enseñaron nuestros padres, debemos respetar a los demás, no correr en exceso y cuidarnos los unos a los otros," recordó Panchito. Así, los tres amigos empezaron su aventura, prometiendo seguir siempre esas reglas. Durante su viaje, se encontraron con varios desafíos y tentaciones.
En un momento dado, vieron a un pajarito herido en el suelo. "¡Pobrecito! Tenemos que ayudarlo" dijo Martina. "Pero, ¿cómo lo haremos sin correr riesgos?" preguntó Tomás preocupado. "Vamos a acercarnos con cuidado y respeto, y así podremos cuidarlo sin correr peligros," propuso Panchito.
Con mucho cuidado, lograron curar al pajarito y lo llevaron a su nido. En otro momento, se toparon con una competencia de carreras entre otros animalitos. "¡Qué emoción! ¡Vamos a participar!" exclamó Tomás, emocionado.
"Es importante recordar que no debemos correr en exceso y respetar a los demás competidores," recordó Panchito. Los amigos participaron en la carrera, respetando las reglas y animando a los demás participantes. Al final, aunque no ganaron, se sintieron felices de haber participado con respeto y cuidado.
Finalmente, llegaron a un lugar mágico donde conocieron a muchos animalitos nuevos que también practicaban el respeto, la precaución y el cuidado mutuo.
Allí se dieron cuenta de que, al seguir esas reglas, habían vivido una aventura increíble y habían hecho muchos amigos. Desde ese día, Tomás, Martina y Panchito se convirtieron en ejemplos para los demás animalitos del bosque, enseñándoles la importancia de respetar, no correr en exceso y cuidarse mutuamente en sus aventuras.
FIN.