El viaje de los colores

Había una vez en un bosque encantado, donde todas las criaturas vivían en armonía, un grupo de colores que vivían en una paleta mágica.

Cada color tenía una personalidad única y especial: el rojo era enérgico y valiente, el verde era amigable y curioso, el azul era calmado y reflexivo, el amarillo era alegre y optimista, y el violeta era creativo y misterioso.

Sin embargo, un día, la paleta mágica cayó en manos de una malvada bruja, quien con su magia oscura dividió a los colores y los esparció por todo el bosque. Los colores se sintieron perdidos y tristes al estar separados de sus amigos, por lo que decidieron emprender un viaje para encontrarse.

En su travesía, el rojo se encontró con una mariquita, el verde con un sapo, el azul con una mariposa, el amarillo con un rayo de sol, y el violeta con una flor misteriosa.

Con la ayuda de sus nuevos amigos, los colores aprendieron el valor de la amistad, la cooperación y la importancia de ser únicos. Finalmente, juntos lograron vencer los obstáculos de la malvada bruja y regresaron a la paleta mágica, donde prometieron siempre permanecer unidos.

Desde ese día, los colores brillaban con más fuerza que nunca, iluminando el bosque y llenando de alegría a todas las criaturas que vivían en él.