El viaje de los colores

En un pequeño pueblo, vivían seis amigos muy especiales: Violeta, que tenía ojos del color del cielo, pelo largo y lacio; Juanita, con ojos marrones y pelo corto y rizado; Martín, con ojos verdes, pelo largo y rizado; Tomás, con ojos negros, pelo corto y lacio; Sofía, con ojos grises, pelo largo y rizado; y Diego, con ojos azules, pelo corto y lacio.

Un día, la maestra les contó sobre un mágico viaje a través del mundo para descubrir la importancia de la diversidad. Los seis amigos estaban emocionados y decidieron emprender juntos esta maravillosa aventura.

Su primer destino fue África, donde conocieron a Malaika, una niña de piel oscura y cabello rizado que les enseñó danzas tradicionales y les contó historias emocionantes sobre su cultura. Luego, viajaron a Asia, donde conocieron a Mei Ling, una niña de ojos rasgados, piel clara y cabello largo y lacio. Mei Ling les enseñó a cocinar platos típicos y a escribir ideogramas chinos.

Después, viajaron a América del Sur, donde conocieron a Mateo, un niño de piel morena y ojos cafés. Mateo les enseñó a jugar fútbol y les mostró la diversidad de la flora y fauna de la región. Finalmente, llegaron a Oceanía, donde conocieron a Tiana, una niña de piel bronceada, ojos azules y cabello largo y lacio. Tiana les enseñó a surfear y a respetar el medio ambiente.

Al regresar a su pueblo, los seis amigos entendieron que la diversidad no solo está en la apariencia, sino también en las tradiciones, costumbres y formas de vida. Decidieron compartir sus vivencias con sus familias y amigos para celebrar la riqueza de culturas y lenguas en el mundo, prometiendo siempre ser respetuosos y comprensivos con todos. Y así, su amistad se fortaleció aún más, uniéndolos en un lazo indestructible.