El viaje de los colores

Había una vez en un lugar muy lejano, un mundo en blanco y negro. Todas las criaturas que lo habitaban eran del mismo tono gris y vivían cada día de la misma manera monótona y aburrida.

Un día, un pequeño caracol llamado Rosado decidió emprender un viaje en busca de los colores que habían desaparecido del mundo. "¿A dónde vas, Rosado?", le preguntaron las demás criaturas asombradas. "Voy en busca de los colores que han desaparecido.

Creo que el mundo puede ser mucho más hermoso de lo que imaginamos", respondió el valiente caracol. En su travesía, Rosado conoció al amigable Verde, al alegre Amarillo, al enérgico Rojo y al tranquilo Azul.

Juntos, emprendieron un viaje por tierras lejanas y enfrentaron diversos desafíos. En el camino, descubrieron que cada color tenía su propia magia y que todos juntos formaban un arcoíris maravilloso. Finalmente, regresaron al mundo gris y, con valentía, compartieron la magia de los colores.

Poco a poco, el mundo empezó a transformarse y las criaturas comenzaron a apreciar la belleza de la diversidad. Ya no sólo había gris, ahora había tonos de todas las tonalidades.

Los habitantes del mundo descubrieron que la diversidad es lo que hace al mundo un lugar maravilloso. A partir de ese día, aprendieron a valorar las diferencias y a ser inclusivos con todos los seres, sin importar su color, forma o tamaño.