El Viaje de los Compañeritos al País de los Cuentos
Era un día radiante cuando Adriana, Anthony, Nahomy, Valentina y Yamileth decidieron aventurarse al parque. Mientras jugaban en el jardín, descubrieron un libro viejo y polvoriento en una esquina del parque. Su portada tenía dibujos de criaturas fantásticas y paisajes coloridos.
- Miren este libro, ¡parece mágico! - exclamó Valentina, emocionada.
- ¿Qué tal si lo abrimos? - sugirió Anthony, con sus ojos brillando de curiosidad.
Al abrir el libro, un destello de luz los envolvió y, de repente, se encontraron en un lugar increíble, lleno de árboles que hablaban, montañas de dulces y ríos de chocolate.
- ¡Estamos en el País de los Cuentos! - gritó Nahomy, mirando a su alrededor con asombro.
- ¡Esto es fantástico! - respondió Yamileth, corriendo hacia un árbol que tenía un rostro amigable.
Mientras exploraban, se encontraron con una pequeña criatura llamada Luci, que necesitaba ayuda.
- ¡Hola! Soy Luci, la guardiana de este lugar. Necesito su ayuda para encontrar el cristal de la amistad que se ha perdido. Sin él, los habitantes del País de los Cuentos no pueden ponerse de acuerdo y todo está en desorden. - explicó Luci.
- ¡Lo haremos! - dijeron todos al unísono, llenos de determinación.
Luci les dio un mapa y les advirtió que el camino sería difícil, pero que si trabajaban juntos podrían lograrlo. Mientras avanzaban, se enfrentaron a varios desafíos. Primero, tuvieron que cruzar el Bosque de los Susurros, donde los árboles contaban secretos que podrían distraer a cualquiera.
- Escuchen y mantengan la concentración - aconsejó Adriana mientras guiaba al grupo.
- ¡No podemos distraernos! - agregó Nahomy mientras miraba a su alrededor.
Siguiendo el mapa, llegaron a un río que no podían cruzar.
- ¿Cómo lo hacemos? - preguntó Valentina, mirando el agua turbulenta.
- Piensen, tenemos que encontrar una solución. - propuso Anthony, pensando un poco más.
Yamileth, siempre ingeniosa, tuvo una idea.
- ¡Podemos hacer una balsa con las ramas y hojas de aquí! - sugirió con entusiasmo.
Todos se pusieron manos a la obra y, tras un rato de trabajo, lograron construir una balsa. Remaron juntos y cruzaron el río con éxito.
Llegaron finalmente a la Montaña de los Desafíos, donde encontraron a un dragón que bloqueaba el camino.
- ¡Alto! - rugió el dragón. - ¿Por qué deberían pasar?
- Estamos en una misión para recuperar el cristal de la amistad y necesitamos pasar. - dijo Nahomy con valentía.
El dragón, intrigado, les puso a prueba.
- Solo podrán pasar si demuestran que son verdaderos amigos. - dijo mientras les proponía varios acertijos.
Después de resolver los acertijos juntos, el dragón sonrió.
- Ustedes son verdaderos amigos. ¡Pueden pasar! - les dijo.
Finalmente, llegaron al lugar donde se guardaba el cristal. Sin embargo, estaba protegido por un lago de miel.
- ¿Pero cómo vamos a cruzar esto? - preguntó Valentina, preocupada.
- Tal vez debemos usar nuestra creatividad nuevamente. - aportó Adriana.
Al ver un árbol cercano, Anthony sugirió hacer una pasarela con las frondas del árbol para caminar sobre la miel sin caer.
Tras mucho esfuerzo en conjunto, construyeron la pasarela y lograron cruzar el lago. Al llegar al cristal, todos se sintieron felices.
- Lo logramos, ¡ahora hay que regresar! - gritó Yamileth mientras levantaban el cristal.
De regreso, Luci los esperó ansiosamente.
- ¡Gracias! Ustedes han demostrado que la amistad y el trabajo en equipo son lo más valioso. - les dijo mientras el cristal brillaba más que nunca.
Con una gran sonrisa, Luci les devolvió al parque, justo donde habían comenzado.
- Esta fue la mejor aventura de todas - dijo Valentina, todavía emocionada.
- Sí, trabajamos juntos y eso fue lo que nos hizo fuertes - añadió Nahomy.
- ¡Nunca olvidemos lo que aprendimos! - concluyó Anthony.
Los cinco amigos sellaron su experiencia en un nuevo diario que llamaron "El País de los Cuentos". Desde entonces, supieron que juntos podían lograr cualquier cosa.
Y así, con el corazón lleno de alegría y amistad, continuaron sus días, listos para más aventuras.
MORALEJA: La amistad y el trabajo en equipo son la clave para afrontar los desafíos de la vida.
FIN.