El Viaje de los Deseos


Había una vez una familia muy unida: el papá, la mamá y sus dos hijas, Lety y Caty. Siempre hacían todo juntos, desde ir al parque hasta cocinar deliciosos postres en casa.

Pero un día, el papá recibió una oferta de trabajo que lo llevaría lejos de casa por varios meses. "¡Qué tristeza! ¿Cómo vamos a hacer sin papá?"- preguntó Lety con preocupación.

"No se preocupen mis niñas, mamá está aquí para cuidarlas"- respondió la mamá con una sonrisa tranquilizadora. Pero las niñas seguían sintiendo mucha tristeza y extrañaban mucho a su papá. Entonces, la mamá decidió hacer algo especial para levantarles el ánimo: planearon un viaje juntas. "¿Adónde iremos?"- preguntó Caty emocionada.

"Es sorpresa"- respondió la mamá con una sonrisa misteriosa. Empacaron sus maletas y partieron hacia su destino desconocido. Durante el viaje en auto, las niñas iban jugando y cantando canciones infantiles mientras la mamá conducía atentamente.

De repente, uno de los neumáticos explotó y tuvieron que detenerse en medio del camino. "¿Y ahora qué haremos?"- preguntó Lety angustiada. La mamá intentaba mantener la calma mientras revisaba el neumático dañado.

"Vamos a tener que cambiarlo nosotras mismas"-dijo finalmenteLas niñas nunca habían cambiado un neumático antes pero siguieron las instrucciones de su mamá y lo lograron. Después de ese imprevisto, llegaron al destino sorpresa: un hermoso lago rodeado de montañas. "¡Qué lindo lugar!"- exclamó Caty emocionada.

Mientras exploraban el lugar, se encontraron con una anciana que estaba pescando en el lago. La mamá decidió acercarse a ella para saludarla y entablar conversación.

Resultó que la señora era muy sabia y les contó historias fascinantes sobre el lugar donde se encontraban. "¿Saben qué? Hay una leyenda que dice que si haces un deseo mientras lanzas una piedra al agua, se te cumplirá"- les dijo la anciana con una sonrisa misteriosa.

Las niñas no podían esperar a hacer sus deseos así que buscaron las piedras más bonitas y las lanzaron al agua mientras cerraban los ojos fuertemente. La mamá también hizo su deseo pero no quiso compartirlo con ellas.

Al final del día, regresaron a su cabaña en donde la mamá preparó una cena deliciosa mientras las niñas jugaban juntas en el jardín. Después de cenar, decidieron contar historias de terror a la luz de la fogata mientras comían malvaviscos.

Fue entonces cuando ocurrió algo sorprendente: uno por uno, los deseos de cada miembro de la familia comenzaron a cumplirse.

Lety había deseado tener un perro y justo en ese momento apareció un cachorro perdido cerca del jardín; Caty había deseado ver luciérnagas y empezaron a volar justo frente a ellas; incluso el deseo secreto de la mamá se cumplió: recibió una llamada de su esposo diciéndole que volvería a casa pronto. "¡Esto es mágico!"- exclamó Lety emocionada.

"Más bien es como un milagro"- corrigió la mamá con una sonrisa. A partir de ese día, las niñas aprendieron que siempre hay soluciones para los problemas y que incluso en los momentos más difíciles, siempre habrá alguien ahí para ayudar.

Y lo más importante: los deseos pueden hacerse realidad si uno cree en ellos y trabaja por conseguirlos.

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