El Viaje de los Días y Meses
En un pequeño pueblo llamado Calendaria, vivían todos los días de la semana, junto a los meses del año. Cada uno tenía su propia personalidad y misión. Los días eran alegres y dinámicos; mientras que los meses eran un poco más serios, pero muy sabios.
Un día, mientras todos se preparaban para una gran fiesta de Año Nuevo, el día Lunes se sintió un poco triste.
"¿Por qué estás tan triste, Lunes?" - preguntó el mes de Enero, que siempre comenzaba las cosas con muchas ganas.
"Siento que todos prefieren los fines de semana. Siempre celebran con Viernes y Sábado, y yo nunca tengo la oportunidad de brillar."
Los otros días, al escuchar esto, comenzaron a animarlo.
"Pero Lunes, tú eres el día que da inicio a la semana. Sin ti, no habría nada!" - exclamó Martes, muy convencido.
"Exacto!" - añadió Miércoles. "Después de ti, tenemos todo un camino por delante para trabajar y divertirnos. Eres el primer escalón del éxito!"
Pero Lunes aún se sentía desanimado. Fue entonces cuando Diciembre, el mes que siempre tenía las fiestas más emocionantes, decidió intervenir.
"Lunes, ven aquí. Recuerda que todos los días, sean buenos o no, tienen su razón de ser. Sin tu valiente inicio, la semana no tendría propósito. No te desanimes, ¡te prometo que tienes un papel muy importante!"
Lunes sintió que esas palabras lo llenaron de energía. Pero aún tenía una pregunta que le atormentaba.
"Pero, ¿cómo puedo hacer que todos me vean como un héroe?" - inquirió con curiosidad.
Entonces, Febrero, el mes más corto pero lleno de sorpresas, decidió compartir su plan.
"¡Hagamos algo divertido! En lugar de que todos nos reúnan a celebraciones tradicionales, hagamos un evento distinto. ¡Vamos a crear el Gran Festival de Lunes!"
Todos los días y meses se entusiasmaron con la idea. Cada uno aportó algo especial:
"Yo haré una pista de baile con luces de colores" – dijo Sábado, moviéndose al ritmo de la música.
"¡Y yo traeré muchos juegos para todos!" - exclamó Domingo, radiante.
El grupo trabajó arduamente con la ayuda de los habitantes del pueblo, preparándose para el gran día. El Lunes que solía ser gris y un poco triste, se transformó en un día lleno de sorpresas: música, juegos, comida y diversión para todos.
Llegó el gran día y el pueblo de Calendaria se llenó de visitantes. Todos disfrutaron del baile, rieron y celebraron como nunca antes. Al final de la jornada, todos los días y meses se reunieron para aplaudir a Lunes.
"Hoy nos has demostrado lo importante que eres, Lunes. Sin tu energía, el festival no hubiera sido posible!" - dijo Marzo, aplaudiendo con todos.
"A partir de ahora, festejaremos cada Lunes como el inicio de algo nuevo y maravilloso!" - propuso Abril, entusiasmada.
Desde ese entonces, Lunes dejó de ser un día triste. Con la ayuda de sus amigos, descubrió que cada día, cada semana y cada mes tiene un rol especial en la historia del tiempo.
Así, en Calendaria, todos aprendieron a valorar cada día y a celebrar cada inicio en el calendario.
Y colorín colorado, este cuento ha terminado.
FIN.