El viaje de los medios de transporte

En una colorida aula de clases, había un grupo de niños y niñas con diferentes discapacidades, pero con muchas ganas de aprender y divertirse juntos. Un día, la maestra propuso realizar un viaje imaginario a través de cuatro medios de transporte: terrestre, aéreo, marítimo y uno especial.

—¡Hoy vamos a emprender un viaje muy especial! —anunció la maestra con entusiasmo—. Visitaremos distintos lugares utilizando diferentes medios de transporte. ¿Están listos para la aventura?

—¡Sííí! —gritaron los niños emocionados.

Comenzaron con el medio de transporte terrestre y se imaginaron viajando en un colorido autobús. Recorrieron campos, ciudades y montañas mientras observaban el paisaje a través de las ventanas. Luego, llegó el turno del medio de transporte aéreo. Todos cerraron los ojos y se imaginaron volando en un gran avión a través de las nubes, viendo cómo el mundo se convertía en un pequeño tapiz de colores. Después, vivieron la emoción del medio de transporte marítimo al navegar en un barco por imponentes océanos y descubrir la magia del mundo submarino.

Finalmente, la maestra les contó sobre un medio de transporte especial que no requería piernas para caminar, ni brazos para volar, ni oídos para escuchar, ni ojos para ver. Era un medio de transporte que todos tenían en su interior: ¡la imaginación! Los niños emocionados cerraron los ojos y se dejaron llevar por increíbles aventuras y paisajes creados por sus propias mentes.

Al abrir los ojos, los niños descubrieron que, a pesar de las diferencias, todos habían disfrutado por igual del viaje, gracias a la magia de la imaginación y la amistad que los unía. Desde ese día, en cada viaje que emprendían, recordaban la importancia de la imaginación y la inclusión.

Y así, en ese aula llena de diversidad, los niños aprendieron que no importa el medio de transporte que elijan para viajar por la vida, lo verdaderamente importante es la magia que llevamos dentro y la conexión de amistad que nos une en cada aventura.