El viaje de los números
En un lejano país de colores brillantes vivían los números del 0 al 7. El 0, siendo el más chiquito de todos, siempre se sentía triste porque pensaba que no era importante.
Un día, la mamá Número llamó a todos sus hijos y les anunció que debían emprender un emocionante viaje por el país de las operaciones matemáticas.
"Hijos, es hora de aprender y demostrar que cada uno de ustedes es fundamental en el mundo de las matemáticas", les dijo la mamá. Así, los números se prepararon para la travesía. El 1, con su actitud valiente, lideraba el grupo. A medida que avanzaban, se encontraron con el 2, que les mostró lo divertido que podía ser duplicarse.
Salieron del bosque y en el camino se toparon con el 3, que les enseñó a sumar de a uno. "Tenemos que llegar al castillo de las multiplicaciones, allí nos espera una gran sorpresa", les dijo el 1 emocionado.
De repente, escucharon risas y descubrieron al 4 jugando con sus amigos pares. "Hola chicos, ¿quieren jugar conmigo al juego del doble?", les propuso el 4. Continuaron su camino y la mamá Número les recordó la importancia del 5, el número de la suerte.
De pronto, se toparon con el 6, que les mostró lo divertido que podía ser sumar de a dos. Finalmente, llegaron al castillo de las multiplicaciones.
Allí, el 7 les dio la bienvenida y les mostró lo increíble que era multiplicarse. "Ahora entendemos que todos somos importantes en las matemáticas y que juntos podemos lograr grandes cosas", dijo el 1 con alegría.
De regreso a casa, el 0 se sintió feliz al darse cuenta de que, aunque era chiquito, tenía un papel fundamental en la vida de los números. Y así, en su país de colores brillantes, los números vivieron felices y unidos, sabiendo que cada uno de ellos era especial y necesario.
FIN.