El viaje de los sentidos


Había una vez en un pequeño pueblo, cuatro amigos muy especiales: Martina, Lucas, Sofía y Juan. Ellos eran unos niños no videntes, pero eso no les impedía disfrutar de las maravillas de la naturaleza.

Un día, la maestra les propuso embarcarse en un viaje sensorial para descubrir las estaciones del año. - 'Hoy comenzaremos un viaje muy especial', dijo la maestra con entusiasmo. 'Vamos a explorar las sensaciones y los sonidos de cada estación'. Empezaron con la primavera.

En medio de un parque, la maestra les entregó unas flores para que pudieran sentir su suave fragancia y textura. Luego, escucharon el suave murmullo del viento acariciando las hojas de los árboles. En verano, visitaron la playa.

Allí, el sol caliente tocaba sus rostros mientras el suave ruido de las olas rompiendo en la orilla llenaba sus oídos.

En otoño, caminaron por un bosque y dejaron que las hojas secas crujieran bajo sus pies, recordándoles que el cambio de estación estaba cerca. Por último, en invierno, jugaron con la nieve, sintiendo su frescura en las manos y escuchando el silencio que trae consigo.

Al final del viaje, los amigos entendieron que, aunque no podían ver con sus ojos, sus otros sentidos les permitían experimentar la belleza de las estaciones. Juntos aprendieron a apreciar cada momento del año a través del tacto, el olfato y el oído, convirtiendo su discapacidad en una poderosa forma de conexión con el mundo que los rodeaba.

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