El viaje de los Sentimientos

Había una vez en un mundo mágico, donde los sentimientos de los niños eran como pequeñas criaturas que vivían en sus corazones.

Había un niño llamado Mateo, que en su corazón convivían el enojo, la tristeza, la alegría, el miedo y la calma. Pero a veces, esos sentimientos se confundían y creaban caos en su interior. Un día, Mateo decidió emprender un viaje para aprender a manejar sus emociones.

En su travesía conoció a Enojito, un enojo muy impulsivo, y a Tristina, una tristeza que siempre lloraba. También se topó con Alegri, una alegría muy inquieta, y con Miedito, un miedo temeroso. Y por último, se encontró con Calmita, una calma tranquila y sabia.

Con la ayuda de Calmita, Mateo aprendió a reconocer sus emociones, a aceptarlas y a manejarlas. Juntos, comenzaron a trabajar en equipo para que cada sentimiento pudiera expresarse de manera equilibrada en el corazón de Mateo.

Al final de su viaje, Mateo comprendió que todas sus emociones eran valiosas y que al aprender a manejarlas, podía vivir en armonía.

Desde ese día, Mateo se convirtió en un gran amigo de sus sentimientos y transmitió su sabiduría a todos los niños que también querían aprender a manejar sus emociones.