El Viaje de los Sueños



En un pequeño pueblo rodeado de montañas, vivía una niña llamada Luna. Siempre soñaba con grandes aventuras y misterios que explorar. Un día, mientras paseaba por el bosque, encontró un extraño objeto brillante entre las hojas. Al acercarse, vio que era un hermoso medallón dorado.

- ¡Guau! ¿Qué será esto? - exclamó Luna con asombro.

De repente, el medallón comenzó a brillar intensamente y, en un abrir y cerrar de ojos, un pequeño dragón de colores brillantes apareció volando a su alrededor.

- Hola, Luna. Soy Draki, el dragón de los sueños. - dijo el dragón moviendo su cola alegremente. - Tú has despertado el medallón, lo que significa que estás lista para una aventura.

- ¿Aventura? - preguntó Luna con los ojos muy abiertos. - ¿A dónde iremos?

- A la Tierra de los Sueños, donde todos los sueños cobran vida. Pero hay un problema - dijo Draki con su voz preocupada. - La alegría de la Tierra de los Sueños se ha desvanecido porque la triste nube de la duda ha cubierto los cielos.

Luna pensó por un momento y contestó: - ¡Debemos ayudar!

Así que juntos, montaron en Draki y volaron hacia la Tierra de los Sueños. En su camino, se encontraron con un grupo de criaturas tristes llamadas los Nublitos, que eran pequeños seres animals con grandes ojos llenos de lágrimas.

- ¿Por qué están tan tristes? - preguntó Luna.

- La nube de la duda ha robado nuestros sueños y no podemos jugar ni reír - respondió uno de los Nublitos.

- ¡No se preocupen! - dijo Luna con entusiasmo. - ¡Vamos a recuperar sus sueños!

Luna y Draki decidieron que necesitaban encontrar a la Reina de los Sueños, quien probablemente sabría cómo deshacerse de la nube. Tras una larga búsqueda, llegaron a un magnífico castillo hecho de caramelos. Allí, encontraron a la Reina, que tenía una sonrisa amable, pero un brillo de preocupación en sus ojos.

- Oh, Luna, Draki, les agradezco que hayan venido. Necesitamos más alegría para disipar la nube de la duda, pero los Nublitos han olvidado cómo soñar.

- ¡Eso podemos solucionarlo! - exclamó Luna.

- Los Nublitos necesitan recordar lo divertido que es soñar. -

Así que Luna, ayudada por Draki y los Nublitos, organizó un festival de sueños. Con música, bailes y juegos, poco a poco los Nublitos comenzaron a sonreír y a recordar sus sueños.

Mientras más risas y sueños compartían, la nube de la duda empezó a desvanecerse. Sin embargo, cuando pensaban que todo estaba solucionado, la nube comenzó a oscurecerse de nuevo.

- ¡Oh no! - gritó Draki. - Parece que la nube está volviendo porque algunos Nublitos aún tienen dudas.

Luna recordó que siempre había un lugar en su corazón para la esperanza.

- ¡Vamos a hablarles! - sugirió.

Y así, se acercaron a los Nublitos para recordarles lo valiosos que eran sus sueños y cómo podían lograr cualquier cosa si solo creían en ellos mismos.

- Ustedes son fuertes y mágicos - les dijo Luna. - Cada uno de ustedes tiene una chispa de sueño que puede iluminar el mundo.

Poco a poco, los Nublitos empezaron a hablar entre sí, compartiendo sus sueños olvidados. La nube de la duda se desvaneció por completo y, por fin, la alegría regresó a la Tierra de los Sueños.

- ¡Lo logramos! - gritó Luna. La Reina de los Sueños los abrazó agradecida.

- Gracias, Luna. Has devuelto la alegría a nuestro hogar. -

Luna sonrió, llena de orgullo y felicidad. Con Draki invitándola a volar de regreso a su casa, ella supo que los sueños siempre están a solo un susurro de distancia si uno se atreve a creer en ellos.

Y así, con un corazón lleno de sueños y amistad, regresó al bosque, sabiendo que siempre llevará la magia de la Tierra de los Sueños con ella.

Fin.

FIN.

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