El viaje de los sueños felices


Había una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, dos amigos muy especiales llamados Juli y Aleja. Juli era conocido por ser un escuchador maravilloso, siempre dispuesto a brindar su apoyo y comprensión a los demás.

Por otro lado, Aleja era una niña llena de energía y curiosidad por la vida, siempre saltando de aquí para allá. Un día, mientras jugaban en el parque, Juli notó que Aleja parecía algo triste.

Se acercó a ella con una sonrisa cálida y le preguntó qué le pasaba. "Juli, hoy me siento un poco perdida. No sé qué hacer o hacia dónde ir", respondió Aleja con tristeza en sus ojos.

Juli tomó la mano de Aleja y le dijo: "No te preocupes, mi querida amiga. Juntos podemos crear nuestro propio mundo mágico donde podamos reinar juntos". Aleja miró a Juli con asombro y emoción. Nunca había conocido a alguien tan dulce y creativo como él.

Así fue como comenzaron su aventura mágica. Cada día se encontraban en su escondite secreto: un árbol antiguo rodeado de flores brillantes. Allí dejaban volar su imaginación y creaban mundos llenos de colores vivos y criaturas fantásticas.

En uno de esos días mágicos, mientras exploraban un bosque encantado que habían inventado juntos, descubrieron una puerta oculta detrás de unas ramas doradas. "¡Mira Juli! ¡Una puerta secreta!", exclamó Aleja emocionada.

Sin pensarlo dos veces, abrieron la puerta y se encontraron con un mundo completamente nuevo. Estaba lleno de árboles gigantes que tocaban las nubes, ríos cristalinos y montañas cubiertas de nieve brillante. Juli y Aleja decidieron explorar este nuevo mundo juntos.

Caminaron por senderos mágicos y conocieron a seres increíbles como hadas amigables, duendes juguetones y animales parlantes. Pero pronto descubrieron que este mundo también tenía sus desafíos. Encontraron un lago oscuro donde los sueños estaban atrapados y no podían escapar.

Juli sintió una tristeza profunda en su corazón al ver esto. "Aleja, debemos hacer algo para liberar esos sueños atrapados", dijo Juli determinado. Con la ayuda de su gran corazón y la curiosidad incansable de Aleja, idearon un plan para liberar los sueños.

Juntos organizaron un espectáculo de colores brillantes y melodías mágicas que llegaron hasta el lago oscuro. Los sueños comenzaron a despertarse lentamente, volando hacia el cielo con alegría.

El lago oscuro se transformó en un maravilloso lugar lleno de luz y esperanza. Juli y Aleja se dieron cuenta de que habían encontrado su propósito en ese mundo mágico: ayudar a los demás a encontrar la felicidad perdida dentro de ellos mismos.

Así fue como Juli y Aleja reinaron juntos en su mundo mágico, brindando amor, comprensión y alegría a todos aquellos que lo necesitaban. Cada día, creaban nuevas aventuras y guiaban a las personas hacia la magia que llevaban dentro.

Y así, el escuchador maravilloso y la niña curiosa demostraron al mundo que cuando se unen corazón y curiosidad, pueden crear un lugar mágico donde todos puedan encontrar su propia felicidad.

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