El viaje de los trenes de las emociones
En un mundo mágico, existía un lugar especial donde los trenes de las emociones recorrían diferentes paisajes llevando consigo los sentimientos de las personas.
Había un tren para la alegría, otro para la tristeza, uno más para la rabia y hasta un tren para el miedo. Cada uno de ellos tenía su propio vagón, decorado con colores y elementos que representaban su emoción.
Un día, los trenes se preparaban para iniciar su recorrido diario, pero algo extraño sucedió: los rieles que conectaban los distintos destinos emocionales se habían desordenado, causando un gran caos. - ¡Oh no! ¡Los rieles están todos mezclados! -exclamó el tren de la alegría.
- ¡Esto es terrible! ¿Cómo vamos a llegar a los destinos correctos? -se angustió el tren del miedo. Los trenes de las emociones no sabían qué hacer.
Entonces, el tren de la serenidad, que también estaba entre ellos, propuso una solución: trabajar juntos para encontrar la mejor forma de organizar los rieles y así recuperar el equilibrio emocional de las personas. Con esfuerzo y colaboración, los trenes de las emociones se unieron para arreglar los rieles, guiados por la sabiduría de la serenidad.
Juntos, lograron ordenar los rieles y restablecer la armonía en el mundo de las emociones. A partir de ese día, los trenes aprendieron la importancia de trabajar en equipo y de entender que todas las emociones, si se manejan adecuadamente, pueden conducir a un viaje positivo.
Así, los trenes de las emociones continuaron su recorrido diario, llevando consigo la importancia del equilibrio emocional y la armonía interior.
FIN.