El viaje de los tres amigos



Había una vez en un pequeño pueblo rodeado de montañas, tres amigos llamados Tomás, Martina y Santiago. Ellos eran muy curiosos y siempre estaban en busca de aventuras.

Un día, decidieron emprender un viaje hacia el otro lado de la montaña, un lugar del que habían escuchado muchas historias y leyendas. "¿Están seguros de que quieren ir tan lejos?", les preguntó el anciano del pueblo. "¡Sí, estamos seguros!", respondieron los tres amigos al unísono.

Empacaron algunas provisiones y emprendieron el camino. Durante el viaje, enfrentaron varios desafíos, como ríos que debían cruzar, árboles que bloqueaban el sendero y animales salvajes. A pesar de todo, no se rindieron y continuaron adelante, ayudándose mutuamente en cada obstáculo.

Al llegar al otro lado de la montaña, descubrieron un hermoso valle repleto de flores de todos los colores y un lago cristalino. Estaban maravillados por la belleza del lugar. "¡Vale la pena el esfuerzo!", exclamó Martina emocionada.

De repente, escucharon un ruido proveniente de unos arbustos. Para su sorpresa, descubrieron a un pequeño mapache atrapado entre las ramas. Sin dudarlo, los tres amigos se unieron para liberar al mapache. "Gracias por ayudarme", dijo el mapache.

"De nada, siempre hay que ayudar a los demás", respondió Santiago con una sonrisa. El mapache les contó que en ese valle vivían muchas criaturas mágicas y que estaban en problemas, ya que un malvado hechicero había invadido su hogar.

Sin pensarlo dos veces, Tomás, Martina y Santiago se ofrecieron a ayudar. Con valentía y astucia, lograron idear un plan para expulsar al hechicero y devolver la paz al valle. Después de su hazaña, las criaturas mágicas les agradecieron con una gran fiesta llena de bailes y alegría.

Al final, los tres amigos emprendieron el regreso a su pueblo, sintiéndose orgullosos de haber ayudado a los demás y vivido una emocionante aventura.

FIN.

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