El viaje de los tres árboles
Había una vez tres árboles en un hermoso bosque: un roble majestuoso, un frondoso sauce y un pequeño pero fuerte pino. Los tres árboles tenían sueños y deseos, pero a veces se sentían incomprendidos. Un día, los padres del bosque decidieron prestar atención completa a lo que sus hijos tenían para decirles, así que organizaron una reunión en la clara del bosque.
"Padres, hoy queremos compartir nuestros sueños con ustedes", dijo el roble con voz firme. "Yo quiero ser tallado en un gran barco para explorar el mundo y llevar personas a descubrir nuevas tierras", expresó el roble. Los padres, sorprendidos, escucharon con atención sin interrumpir. Luego, el sauce tomó la palabra: "Yo deseo ser convertido en una hermosa cuna, donde los bebés puedan descansar y sentirse protegidos", compartió el árbol con ternura. Por último, el pino, algo tímido, expresó: "Yo sueño con convertirme en un fuerte mástil para un gran castillo, para tocar el cielo y llegar a lo más alto". Los padres, emocionados, se comprometieron a ayudar a sus hijos a alcanzar sus sueños.
Los días pasaron, y los niños aprendieron a no interrumpir y a esperar su turno para hablar, mientras los padres prestaban atención completa a sus deseos. Mientras tanto, en el reino cercano, las autoridades tomaban decisiones y evitaban prejuicios, basando sus acciones en fundamentos justos y razonables.
Una mañana, los padres del bosque recibieron a un grupo de marineros que buscaban un árbol alto y fuerte para construir un barco. El pino, feliz de que su sueño se hiciera realidad, se ofreció con entusiasmo. Poco después, una joven pareja visitó el bosque en busca de madera para una cuna, y el sauce, orgulloso, les tendió sus ramas. Por último, cuando el rey decidió construir un castillo, el roble fue seleccionado para convertirse en el mástil más imponente. Los niños, al ver cómo se cumplían los sueños de los árboles, aprendieron sobre la importancia de prestar atención, esperar su turno para hablar y evitar prejuicios, y se inspiraron para perseguir sus propios deseos con persistencia y valentía.
FIN.