El Viaje de los Tres Cerditos
En un bosque mágico, vivían tres cerditos: Pedro, Juan y Lía. Eran hermanos, pero cada uno tenía una forma muy diferente de construir sus casas. Un día, decidieron que era hora de hacerse sus propias casas y la aventura comenzó.
El narrador dijo: "Era una hermosa mañana de sol, y los tres cerditos estaban muy emocionados de construir sus casas. Cada uno eligió un material especial".
"Yo voy a construir mi casa de paja," dijo Pedro, sonriendo. Era rápido y fácil de hacer.
"Yo haré mi casa de madera, mucho más fuerte que la de paja," dijo Juan, orgulloso.
"Yo quiero que mi casa sea muy segura, así que yo usaré ladrillos" dijo Lía, decidida a hacer algo resistente.
Los cerditos se pusieron a trabajar. Pedro construyó su casa de paja muy rápido y se fue a jugar. Juan terminó su casa de madera un poco más tarde. Mientras tanto, Lía estaba trabajando duro, apilando ladrillos uno por uno.
Un día, un gran lobo hambriento llegó al bosque. Olfateando se dijo: "¡Qué bien huele! Quizás me sirva un cerdito de almuerzo". Cuando llegó a la casa de Pedro, tocó la puerta.
"¡Cerdito, cerdito! ¡Déjame entrar!" grita el lobo.
"No, no, ¡no te dejaré entrar!" respondió Pedro.
El lobo gritó: "¡Entonces soplaré y soplaré y tu casa derribaré!" Y sopló con todas sus fuerzas. La casa de paja voló por los aires, y Pedro salió corriendo hacia la casa de Juan.
Cuando el lobo llegó a la casa de madera, repitió su grito.
"¡Cerdito, cerdito! ¡Déjame entrar!"
"No, no, ¡no te dejaré entrar!" respondió Juan.
El lobo, muy enfadado, sopló y sopló, y la casa de madera se desmoronó. Los dos cerditos corrieron hacia la casa de ladrillos de Lía.
FIN.