El Viaje de Lucas



Había una vez en Buenos Aires un joven de 22 años llamado Lucas. Lucas vivía solo con su mamá, quien siempre estaba de mal humor y rara vez le decía algo bonito. Ella esperaba que Lucas encontrara un trabajo, pero él no sabía por dónde empezar. Además, había decidido no estudiar y pasaba el día en la calle comiendo cosas poco saludables. A pesar de que el sol brillaba en la ciudad, Lucas sentía que su vida era gris.

Un día, mientras caminaba por la plaza, Lucas se encontró con un perro callejero.

"Hola, perrito. ¿Qué haces solo por acá?" - le dijo Lucas, acariciándole la cabeza. El perro movió la cola y pareció sonreír.

Lucas decidió llevarlo a su casa y lo llamó Rocco. Desde ese día, Rocco se convirtió en su compañero inseparable.

Unos días después, al salir con Rocco, se encontraron con un grupo de niños que jugaban a la pelota.

"¿Querés jugar con nosotros?" - le preguntaron.

"No, no sé jugar bien..." - respondió Lucas, sintiéndose inseguro.

"No importa, lo importante es divertirse, vení" - insistieron los chicos.

Lucas dudó, pero al ver a Rocco correteando con la pelota, decidió unirse. Aunque al principio patinó un poco y casi se cae, pronto se dio cuenta de que se estaba divirtiendo y, lo más importante, estaba sonriendo.

FIN.

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