El viaje de Lucía hacia sus recuerdos

Lucía era una niña curiosa y soñadora. Un día, mientras estaba en su habitación, mirando por la ventana, empezó a pensar en todos los momentos felices que había vivido.

De repente, sintió la necesidad de revivir esos recuerdos de una manera especial. Decidió aventurarse en un viaje hacia sus propios recuerdos. Se imaginó que cada recuerdo era como una puerta mágica que la transportaría a ese momento especial.

Así que, con valentía, se adentró en su primer recuerdo, el día en que aprendió a andar en bicicleta. A medida que pedaleaba en su mente, recordaba la emoción y la alegría que había sentido. Luego, pasó a otro recuerdo, el día en que construyó un castillo de arena en la playa.

Con cada recuerdo, Lucía descubría la importancia de valorar los momentos sencillos y felices de la vida. Al final de su viaje, se dio cuenta de que, aunque el tiempo pasara, los recuerdos siempre permanecerían en su corazón.

Regresó a su habitación con una sonrisa en el rostro, agradecida por todas las vivencias que la habían hecho tan feliz.