El viaje de Luna



Había una vez una hermosa lechuza llamada Luna que vivía en el bosque encantado. Luna era muy curiosa y siempre estaba explorando nuevos lugares.

Un día, mientras volaba por el bosque, vio un arcoiris brillante y colorido a lo lejos. Luna se acercó al arcoiris con mucha emoción y decidió volar a través de él para descubrir qué había al otro lado.

Pero cuando cruzó el arcoiris, algo extraño sucedió: se encontró en un lugar desconocido, completamente diferente al bosque encantado. Confundida y asustada, Luna comenzó a buscar su camino de regreso.

Volaba de un lado a otro sin éxito, hasta que finalmente se posó en una rama alta para descansar y pensar cómo resolver esta situación. Justo en ese momento apareció un conejo parlanchín llamado Pelusa. Pelusa era amigable y siempre ayudaba a los demás animales del bosque cuando estaban en problemas. "¡Hola! Veo que estás perdida", dijo Pelusa con una sonrisa amistosa.

"Sí", respondió Luna tristemente, "me perdí detrás del arcoiris y no sé cómo volver a casa". "No te preocupes", dijo Pelusa tranquilamente, "conozco a alguien que puede ayudarte". Pelusa llevó a Luna hasta la madriguera del sabio Búho Sabiondo.

El búho tenía mucha sabiduría acumulada durante años de experiencia y conocimiento sobre el mundo mágico. Cuando llegaron ante Búho Sabiondo, este los recibió con amabilidad y escuchó atentamente la historia de Luna.

Después de unos momentos de reflexión, el búho dijo:"Luna, has llegado a un mundo diferente al tuyo, pero eso no significa que no puedas encontrar tu camino de regreso. Detrás del arcoiris hay muchos caminos y puertas mágicas que te llevarán a diferentes lugares.

Para volver a casa, debes encontrar la puerta correcta". Luna estaba emocionada por esta nueva esperanza y preguntó:"¿Cómo puedo saber cuál es la puerta correcta?"El búho sonrió sabiamente y respondió:"Debes seguir tu corazón.

Cada vez que encuentres una puerta, escucha lo que sientes en tu interior. Si sientes alegría y paz en tu corazón, esa será la puerta correcta". Luna siguió los consejos del búho y comenzó su búsqueda.

Pasaron días explorando las diferentes puertas detrás del arcoiris. Algunas veces se encontraba con paisajes maravillosos llenos de flores brillantes o cascadas cristalinas, pero algo le decía que no era su hogar. Finalmente, después de mucho buscar, Luna encontró una pequeña puerta cubierta de hojas doradas.

Cuando se acercó a ella, sintió una sensación cálida y familiar en su corazón. Sin dudarlo más, Luna abrió la puerta y para su sorpresa se encontró nuevamente en el bosque encantado donde vivía.

Saltando de alegría y gratitud hacia Búho Sabiondo y Pelusa por su ayuda invaluable, Luna volvió volando hasta ellos para contarles sobre su exitosa aventura.

Desde ese día en adelante, Luna aprendió que el camino correcto siempre está en su interior y que seguir su corazón la guiará a donde necesita estar. Y así, Luna vivió muchas más aventuras en el bosque encantado junto a sus amigos Pelusa y Búho Sabiondo, nunca olvidando la lección de confiar en sí misma y escuchar su corazón.

FIN.

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