El viaje de Margarita


Había una vez en un bosque encantado, una pequeña mariposa llamada Margarita. Ella era muy curiosa y siempre se preguntaba quién era en realidad.

Todos los días volaba de flor en flor buscando respuestas, hasta que un día decidió emprender un viaje para descubrir su verdadera identidad. En su camino, Margarita se encontró con Lucas, un sabio búho que vivía en lo alto de un árbol centenario.

Lucas tenía la capacidad de ver más allá de lo que los ojos podían ver y ayudaba a todos los animales del bosque a encontrar sus respuestas más profundas. "Hola, querido búho Lucas", saludó Margarita con entusiasmo. "Estoy en busca de mi verdadera identidad.

¿Puedes ayudarme?"Lucas sonrió con ternura y le dijo: "Claro que sí, querida Mariposa. Pero primero debes mirar dentro de ti misma y escuchar tu corazón". Margarita siguió el consejo del búho y se adentró en lo más profundo de su ser.

Allí encontró valentía, amor por la naturaleza y una gran determinación por descubrir quién era realmente. "He encontrado tantas cosas hermosas dentro de mí", dijo Margarita emocionada. "Pero aún no sé cuál es mi verdadera identidad".

Lucas asintió con sabiduría y le explicó: "Tu identidad no está definida por lo que ves en el exterior, sino por tus acciones y valores internos". Con estas palabras resonando en su mente, Margarita continuó su viaje con renovado vigor.

Se topó con Lila, una mariposa mayor y experimentada que le enseñó a apreciar la belleza única que cada uno posee. "Querida Margarita", dijo Lila con dulzura, "tu identidad radica en tu singularidad. Eres especial tal como eres".

Motivada por las palabras reconfortantes de Lila, Margarita finalmente entendió que su verdadera identidad estaba formada por todo lo bueno que había descubierto dentro de sí misma: valentía, amor por la naturaleza y singularidad.

Regresó al árbol donde vivía Lucas para compartir sus revelaciones. El búho sonrió al verla llegar radiante y llena de confianza. "Gracias a ti he descubierto mi verdadera identidad", expresó Margarita emocionada. "Siempre estuvo dentro tuyo esperando ser descubierta", respondió Lucas orgulloso.

Desde ese día, Margarita volaba con seguridad por el bosque encantado, irradiando luz propia y compartiendo sus conocimientos sobre la importancia de conocerse a uno mismo para encontrar la felicidad verdadera.

Y así fue como la pequeña mariposa llamada Margarita comprendió que la verdadera magia reside en aceptarse uno mismo tal como es.

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