El Viaje de María a Venezuela
Era una vez una niña llamada María que vivía en Argentina. Desde pequeña, siempre había escuchado historias sobre las tradiciones de su país de origen, Venezuela, contadas por su abuela. Un día, mientras ayudaba a su abuela en la cocina, decidió que quería conocer a fondo las costumbres venezolanas.
"Abuela, ¿me puedes contar más sobre las fiestas de Navidad en Venezuela?" - preguntó María con curiosidad.
"Por supuesto, mi querida. En Venezuela, la Navidad es una época muy especial. Comemos platos deliciosos como hallacas, pan de jamón, pernil y ensalada de gallina. Pero eso no es todo, también hay postres como el dulce de lechoza y la torta negra. Y, por supuesto, no puede faltar la música de aguinaldos y gaitas zulianas" - respondió su abuela, recordando con alegría.
María decidió que tenía que vivir una Navidad en su país. Así que un día, tomó su mapa y comenzó a planear su viaje. Con un poco de ayuda de su abuela, logró encontrar un pasaje para viajar a Venezuela. La noche anterior a su partida estaba muy emocionada.
Al llegar a Venezuela, María fue recibida con abrazos cálidos de su familia.
"¡Bienvenida, María!" - gritaron todos al unísono.
La primera mañana, la familia de María comenzó a prepararse para la Navidad. Estaban en la cocina, cortando ingredientes y hablando de lo que harían.
"¿Quieres ayudarme a hacer las hallacas?" - le preguntó su tía.
"¡Sí, quiero ayudar!" - exclamó María, que no podía esperar para ensuciarse las manos.
Durante el proceso, aprendió que las hallacas eran una mezcla de masa de maíz, carne y especias, todo envuelto en hojas de plátano. Mientras trabajaban, le contaron historias sobre cada ingrediente y por qué eran importantes.
"Las hallacas son un símbolo de unión familiar en Navidad" - le contó su tía mientras las manos de María se llenaban de masa.
A medida que pasaban los días, María fue aprendiendo más sobre las tradiciones. Un día, se fue a comprar ingredientes para el pan de jamón con su primo.
"¿Qué tiene de especial el pan de jamón?" - preguntó María.
"Es una delicia hecha con jamón, aceitunas y pasas. Cada familia tiene su propia receta. Vamos a hacer el nuestro, que es especial" - contestó su primo, sonriendo.
La cocina se llenó de risas mientras preparaban la masa. Más tarde, María ayudó a su abuela a preparar el pernil y la ensalada de gallina. Y, por supuesto, no podían olvidar el postre. Al ir de compras al mercado, María encontró un dulce de lechoza gigante.
"¡Mira, abuela! Vamos a comprar dos para llevar a casa" - sugirió María entusiasmada.
El tiempo pasó volando y llegó la nochebuena. La casa estaba decorada y la mesa llena de deliciosos platos. La familia se reunió para compartir y cantar aguinaldos. María se unió a ellos, feliz de cantar. Luego, su primo comenzó a tocar la guitarra y todos empezaron a bailar.
"¡Mirá, María, así se baila la gaita!" - le dijo su primo mientras ella intentaba seguir el ritmo.
La alegría llenaba el aire y todos disfrutaban de la compañía.
Sin embargo, de repente, la música se detuvo. El abuelito de María se levantó y dijo:
"Chicos, creo que se nos olvidó algo muy importante… ¡el brindis!"
Todo el mundo rió y se prepararon para levantar sus copas. María se dio cuenta de que, a pesar de la emoción, había algo más que quería compartir.
"¡Yo quiero hacer un brindis también!" - anunció.
Todos la miraron con atención.
"Quiero brindar por nuestras tradiciones, por la familia y por todas las historias que compartimos. Gracias por mostrarme lo hermoso de vivir en Venezuela" - dijo María, con una sonrisa que iluminaba su cara.
Todos levantaron sus copas, incluidos los adultos, que estaban impresionados por la madurez de la niña.
"¡Salud!" - gritaron todos juntos.
El resto de la noche continuaron con la música, los abrazos y las risas. Para María, esa Navidad fue el regalo más grande. Aprendió que las costumbres de su país no solo se trataban de la comida, sino de la unión y el amor de su familia.
Y así, María volvió a Argentina con el corazón lleno de alegría y las ganas de contar a todos sobre las tradiciones de Venezuela: una historia que no solo era sobre platos deliciosos, sino sobre momentos que calaban profundo en el alma.
FIN.