El viaje de Marina y el oso Benjamín



Marina era una niña curiosa y valiente que siempre estaba lista para nuevas aventuras. Un día, mientras exploraba el bosque, se encontró con un oso muy especial llamado Benjamín.

Benjamín tenía un corazón enorme y una personalidad amigable, pero siempre se mostraba un poco distante y evitaba el contacto cercano. Aunque Marina intentaba acercarse a él, Benjamín parecía preferir la soledad. Intrigada por su comportamiento, Marina decidió hablar con él.

- ¡Hola, Benjamín! ¿Por qué siempre estás solo? - preguntó Marina con curiosidad. - No me gusta depender de los demás ni que dependan de mí. Prefiero estar solo y evitar los lazos emocionales - respondió Benjamín con tristeza. Marina reflexionó un momento y decidió ayudar a su nuevo amigo.

Juntos emprendieron un viaje por el bosque, enfrentando desafíos y superando obstáculos. Durante el viaje, Marina demostró a Benjamín que la amistad y el apoyo mutuo no implicaban perder la independencia.

Poco a poco, Benjamín comenzó a confiar en Marina y a disfrutar de su compañía. A medida que su amistad crecía, Benjamín dejó de sentir miedo al apego y aprendió que compartir momentos especiales con alguien querido no significaba perder su libertad.

Al final, Benjamín comprendió que poder contar con otros y brindar apoyo no lo hacía débil, sino que enriquecía su vida. Juntos, Marina y Benjamín continuaron explorando el bosque, sabiendo que su amistad los hacía más fuertes.

Y así, aprendieron que el apego no era algo a temer, sino una fuente de amor, apoyo y crecimiento mutuo.

FIN.

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